Esa peligrosa gaseosa…

La obesidad infantil ya es considerada por la Organización Mundial de la Salud como la nueva epidemia del presente siglo.
En la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires ya se sanciono una Ley que regula los quioscos, bufettes y comedores en establecimientos educativos a fin de ampliar la oferta de productos que consumen los mas chiquitos y obliga a incorporar frutas y verduras, que se suma a otra iniciativa legislativa que pretende fomentar habitos saludables trabajando sobre los menues alimenticios en locales de comida rapida, sin embargo, aun no fueron reglamentada por el Poder Ejecutivo.
Ahora, lo polemica, se vuelve a disparar, pero poniendo bajo la lupa, el alto consumo de gaseosas.
Te recomendamos esta nota de Tiempo Argentino.

Sus calorías están vacías de nutrientes, y sin embargo las bebidas gaseosas y azucaradas son las estrellas de las góndolas y las más elegidas por los consumidores. Y junto al sedentarismo, generan el ambiente propicio para el aumento de peso. A una semana del lanzamiento de la campaña de Coca-Cola contra la obesidad en los Estados Unidos, los nutricionistas aconsejan de qué manera se puede trabajar en la regulación del consumo excesivo de bebidas gaseosas en la Argentina.
“Estamos comiendo y tomando mucho. Las facturas son más grandes, las gaseosas son más grandes, y eso implica que necesariamente del otro lado hay una persona diseñada para consumir todo lo que se le pone delante. Si te doy una gaseosa enorme, la vas terminar”, señaló Mónica Katz, especialista en nutrición, y coordinadora del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), en diálogo con Tiempo Argentino.
“No podemos dejar al ser humano solo frente al exceso. A la industria le podemos pedir que achique los envases y que no proponga agrandarlos por un poco más de dinero”, añadió la experta, y opinó que “una buena estrategia podría ser abaratar los productos acalóricos, como las líneas light o ‘zero’. De esa manera, ayudarían a mis pacientes, que son sus consumidores, a ser más saludables. Debería ser un proceso autorregulatorio, sin necesidad de leyes, que las cámaras del negocio, el Ministerio de Salud y las empresas, puedan encontrar una solución”.
La campaña lanzada por la multinacional de las gaseosas para hacer frente a la epidemia que afecta a más de un tercio de la población estadounidense, consiste en dos publicidades de tevé donde se destaca que “cada caloría cuenta” o que “combatir la obesidad es una responsabilidad de todos”. En este marco, la ciudad de Nueva York, donde el 58% de los habitantes son obesos o padecen sobrepeso, aprobó una prohibición parcial para vender gaseosas de más de medio litro en restaurantes, estadios y salas de cine. La decisión regirá a partir de marzo.
En el anuncio, también se resalta que de los 650 productos que ofrece Coca-Cola, 180 son bajos en calorías o “cero calorías”. También muestra cómo quemar las 140 “calorías divertidas” que contiene cada lata, por ejemplo, con 25 minutos paseando el perro, 10 minutos de baile o 75 segundos de carcajadas.
Para la nutricionista y cardióloga Paola Harwicz, un solo producto no puede ser el desencadenante y único culpable de la obesidad. “Es cierto que las gaseosas no tienen aportes nutritivos, pero la población debe aprender a mantener buenos hábitos, como hacer ejercicio físico, y acompañarlos con una dieta saludable.”
Es que las gaseosas que antes se consumían sólo en cumpleaños o fechas festivas, ahora son de consumo cotidiano y a toda hora. Según la nutricionista Pilar Llanos, “el tamaño de los envases fomentó el consumo. Debe ser responsabilidad de los adultos establecer límites, y que la gaseosa pase a ser la bebida de los fines de semana. Se trata de una tarea educativa”. La especialista aclaró que además de las calorías, “la gaseosa cola contiene ácido fosfórico, que influye en la mala absorción del calcio”.
Para César Casávola, presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), la conciencia sobre las consecuencias del consumo excesivo de bebidas azucaradas “debe ser adoptada de a poco, para que se adquieran buenos hábitos”, y agregó que según uno de los últimos estudios de la SAN, se comprobó que “el 95% de las personas reconoce al agua como una bebida saludable, pero son pocos quienes adoptan el hábito de beberla a diario”.
La Argentina es pionera en el desarrollo de guías alimentarias que incluyen el agua como parte de los hábitos saludables de alimentación e hidratación. Al respecto, Esteban Carmuega, médico pediatra, director del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI), opinó que en el país “faltan recomendaciones que apunten a fomentar su consumo”.

OBESIDAD AZUCARADA. Según la Organización Mundial de la Salud, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad. La última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación, efectuada en 2009, demostró que más de la mitad de los argentinos (53,4%) sufre de obesidad o sobrepeso.”El aumento de la obesidad es significativo, ya que en cuatro años pasó del 14,6% al 18%”, informó Marina Kosacoff, subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos de la cartera sanitaria nacional. Del estudio se desprendió también que sólo el 4,8% de la población consume cinco porciones diarias de frutas y/o verduras, lo que equivale a los 400 gramos que recomienda la OMS.
En 2010, el CESNI realizó el estudio “Hidratar”, para el que se encuestó a 800 personas de hasta 65 años y a través del cual se calculó la “jarra de líquidos de los argentinos”. El informe concluyó que sólo el 21% correspondía a agua pura, y que un 50% corresponden a bebidas o infusiones azucaradas. “Controlar y regular la ingesta de líquidos es fundamental para comenzar a luchar contra la epidemia de obesidad infantil y adolescente que estamos teniendo en el mundo, pero sobre todo en nuestro país. Para eso, sólo basta ver el estudio en el cual se consigna que los jóvenes solo beben un 13,2% de agua pura, mientas el grueso de la ingesta de líquido se lo llevan las bebidas azucaradas, con el 67,2%”, explicó Carmuega, director del CESNI.
La reducción de azúcar en la ingesta diaria forma parte de la estrategia global de la OMS, que indica que el total de calorías diarias provenientes de azúcares simples debería ser menor al 10%, incluyendo la que se ingiere de otros alimentos como mermeladas, dulces y golosinas. Sin embargo, según el estudio, un argentino promedio puede llegar a incorporar casi 157 mil calorías adicionales entre bebidas e infusiones en solo un año.
Otro estudio presentado por el CESNI y la Sociedad Argentina de Obesidad Trastornos Alimentarios (SAOTA) en octubre de 2012, titulada “El mapa de la obesidad argentina”, demostró que el 24% de los niños en edad preescolar, el 37% de los escolares y el 27% de los adolescentes están excedidos de peso. Y que la obesidad afecta al 10% de los preescolares y adolescentes, y al 18% de los chicos de escuela primaria.
“La Argentina es el país con mayor índice de niños con sobrepeso de toda Latinoamérica, por delante de México y Brasil”, destacó el nutricionista Máximo Ravenna. “La sociedad actual brinda un muy fácil acceso a la ‘comida chatarra’, que es barata, rica y satisface. Esto ha logrado una generación de entre un 35 y 40% de infantes con enfermedades relacionadas al tejido adiposo, como ser trastornos alimentarios tempranos, hernias de disco, las piernas en forma de equis, cuando hace 30 años atrás esa tasa era de sólo un 12 por ciento.” Ravenna explicó que la inmovilidad de los chicos, el estrés, el auge de los juegos electrónicos, la poca actividad física y la conexión a través de los teléfonos celulares y los mensajes de texto, están al servicio de la destrucción corporal a muy temprana edad.

Muy dulce: “Jarra de líquidos”
Los argentinos beben sólo un 21% de agua pura, y un 50% de bebidas o infusiones azucaradas.

Los kioscos escolares, con envases de hasta 350 cc.

La mayoría de los productos alimentarios que se ofrecen habitualmente en los kioscos escolares no es adecuada para promover buenos hábitos alimentarios y prevenir el sobrepeso, la obesidad y otros problemas de salud, como la caries. Generalmente, comercializan golosinas y bebidas azucaradas.
Desde 2008 se han presentado cinco proyectos sobre la obesidad infantil, y todos quedaron sin estado parlamentario, entre ellos, la creación del Consejo Asesor para la Lucha contra la Obesidad Infantil y Adolescente.
Sólo uno cristalizó en la media sanción dada a fines de 2012 por la Cámara de Diputados a la ley sobre kioscos saludables. Esta iniciativa tiene por objetivo favorecer hábitos de alimentación saludables en las instituciones educativas de todo el territorio nacional, apuntando a los niños y adolescentes.
Por su parte, el Ministerio de Salud de la Nación está trabajando en un acuerdo con la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios para determinar los lineamientos respecto de los kioscos escolares. “Permitirá extender los beneficios que se logren al resto de los kioscos y no sólo a los escolares”, aseguró Mario Virgolini, coordinador del Plan Nacional Argentina Saludable.
En la actualidad, las provincias que ya cuentan con leyes que reglamentan a los kioscos saludables son San Luis, Chaco, Corrientes, Misiones, Chubut, La Pampa (es ley provincial, pero no se aplica en todas escuelas) y Tierra del Fuego. Y hay capitales provinciales que, a través de ordenanzas municipales, se han ido adhiriendo a la medida, como las ciudades de Salta, Jujuy, La Rioja y Mendoza, además de la mendocina San Rafael y la cordobesa Río Cuarto.
En diálogo con Tiempo Argentino, el diputado provincial cordobés Luis Brouwer de Koning (UCR) aseguró que en marzo comenzarán “a trabajar en kioscos saludables para todas las escuelas de Córdoba. No queremos prohibir, sino concientizar sobre el mal que hacen la comida chatarra y, en particular, las gaseosas”.
En la Argentina y el Mercosur, la declaración de la cantidad de azúcares contenidos en los productos alimenticios no es obligatoria. Esto genera una dificultad al querer instalar un límite en la cantidad de azúcares añadidos a los productos envasados que ingresan al establecimiento escolar. Por esta razón, en las guías que prepara el ministerio se tendrá en cuenta este ultimo criterio únicamente para las bebidas. Las azucaradas o con edulcorantes artificiales deben respetar los límites establecidos de azúcares simples y deberán ofrecerse en envases de hasta 350 cc.

Un vaso

90 calorías tiene un vaso de gaseosa, igual que uno de leche. La gaseosa las aporta en azúcar. La leche, en proteínas, calcio y fósforo.

Lo que dice coca-cola

Consultada por este diario, Coca-Cola de Argentina informó que en el país cuentan con más de 60 opciones y cerca del 45% del portfolio de productos es bajo o sin calorías. Además, destacaron que la campaña lanzada en EE UU está en consonancia con su convicción acerca de la importancia de la educación, el ejercicio físico y una alimentación balanceada.
La compañía impulsa iniciativas como Dale Juguemos, un programa integral de promoción de recreos activos y capacitación en nutrición para docentes, en escuelas primarias públicas. Otra es la Copa Coca-Cola, el intercolegial de fútbol que lleva diez años y del que ya participaron 90 mil chicos. Durante 2012, sumó un nuevo intercolegial nacional de baile: Baila Fanta.

Obesidad Infantil: alertan sobre los riesgos del consumo en exceso

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