La “MorenoCard”, desde la próxima semana

Prometen para el lunes la puesta en marcha de la polémica tarjeta de Moreno

El nuevo plástico comenzará a funcionar con la integración de las tarjetas de los supermercados y tendrá financiamiento de las aseguradoras

La tarjeta de crédito que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, busca implementar desde hace tres semanas sumó ayer definiciones: se llamará Super-Card, estará controlada por los supermercados, ofrecerá una tasa de interés más baja que otras ofertas para el consumidor y se implementaría, de acuerdo con la promesa oficial, a partir del próximo lunes .

Las nuevas precisiones surgieron de una reunión que mantuvo ayer el funcionario con los empresarios supermercadistas, donde también confirmó que el congelamiento de precios continuará hasta el 31 de mayo.

A diferencia de la versión original que les había dado el funcionario a los empresarios del sector, la Super-Card no será excluyente, es decir, los supermercados seguirían operando con los plásticos tradicionales (Visa, Mastercard, American Express, etc.). La iniciativa, sin embargo, aún mantiene varias incertidumbres. Por ejemplo, no se sabe aún si se podrá utilizar en otros comercios más allá de los supermercados, cuál será la entidad que la administre y mucho menos si se podrá cumplir con los velocísimos tiempos de implementación del sistema que se anunciaron ayer. Es un dato especialmente curioso si se tiene en cuenta que el Gobierno demoró dos años para implementar la tarjeta SUBE, donde había menos actores que debían ponerse de acuerdo.

A la salida del encuentro con Moreno, el director de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, explicó los lineamientos generales que tendrá el nuevo plástico. “Hoy arranca oficialmente la tarjeta Super-Card”, sostuvo el directivo.

Los supermercados ya tienen sus propias tarjetas de crédito para usar en sus locales o en empresas vinculadas. Para acelerar los trámites, como requirió Moreno, los supermercados volcarán sus plásticos en un sistema más grande y comenzará a operar de esa manera. Para financiarlo, el Gobierno echará mano de recursos de las compañías aseguradoras. De acuerdo con el inciso K, del reglamento de esa actividad, las compañías están obligadas a aportar entre 5 y 20% de sus inversiones a la economía real. Desde abril, una parte de esos fondos se destinará a integrar un fideicomiso que financiará la operación de esta tarjeta.

Moreno apuesta a que su plástico dé un nuevo perfil a las compras en supermercados: según la orden que impartió, las cadenas no deberán pagar más de un 1% por la utilización del servicio (actualmente pagan 3% a los bancos emisores de las tarjetas financieras), mientras que el usuario final debería acceder a una tasa anual máxima del 22% para financiar sus consumos.

Con respecto al financiamiento, María Lucila Colombo, subsecretaria de Defensa del Consumidor, dijo que la nueva tarjeta permitirá a los consumidores realizar compras por un monto de hasta 3000 pesos y tendrá un límite de crédito de $ 1000.

Aunque la tarjeta se utilizará al principio en supermercados, otros comercios quieren sumarse. Yolanda Durán, presidenta de Cedeapsa, que reúne a los autoservicios chinos, sostuvo ante la consulta de LA NACION que cuando el sistema esté en marcha también se adherirán esos comercios.

Vasco Martínez descartó que la nueva tarjeta fuese de aplicación excluyente, pero deslizó que su conveniencia dejaría fuera de mercado a las otras. “Nadie habló acá de prohibir nada, pero digamos que la dinámica que va a generar esta tarjeta va a terminar obligando a excluir a las otras, por una cuestión de mercado. A mí no me va a interesar sostener algo en peores condiciones para mí y para mis consumidores que lo que puedo ofrecer con mi tarjeta a mis clientes”, explicó.

En los bancos, en cambio, piensan distinto. “No creo que haya supermercadista que se anime a eso. Arriesgarse a rechazarle una Visa, una Mastercard, una American Express, una Cabal a un cliente es arriesgarse a perderlo”, razonan.

Los supermercados manejarán la nueva tarjeta

Las grandes cadenas integrarán sus tarjetas de crédito en funcionamiento en un sistema único que comenzaría a funcionar a partir del 1° de abril
No será excluyente, pero quienes participaron en las negociaciones dicen que tendrá mejores condiciones que sus competidoras, que perderían terreno
La nueva tarjeta tendrá un límite de compras de $ 3000 y de financiamiento de $ 1000. En este caso, la tasa de interés anual no podrá superar el 22%.

Fuente: La Nacion

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