Moyano acuso a los K de humillar a Scioli

Hugo Moyano no le importó que a su lado estén sus aliados de la CTA y de los sectores más combativos de izquierda. Tampoco advirtió la inmensa consigna en contra del ajuste que colgaba a sus espaldas, en el centro de un escenario poblado por dirigentes gremiales y políticos opositores. Dedicó casi de manera exclusiva su discurso a condenar la represión que sufrieron decenas de camioneros en una protesta en Lomas de Zamora. Responsabilizó del ataque al vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, y acusó a la Casa Rosada de “humillar y ningunear” al gobernador Daniel Scioli.

El referente de la CGT opositora volvió así a meterse de lleno en la interna del Partido Justicialista

(PJ), de donde renunció a sus cargos jerárquicos en diciembre de 2011, cuando se enfrentó abiertamente con el kirchnerismo.

“Nos reprimieron salvajemente en la provincia de Buenos Aires. Había 21 protestas en diferentes lugares, pero a los trabajadores camioneros los reprimieron en los pagos del vicegobernador [Mariotto]”, denunció Moyano. Y le destinó un mensaje directo a Cristina Kirchner: “Señora Presidenta, si quiere tomar una represalia conmigo, hágalo. Pero no condene a los trabajadores al hambre”.

El choque entre la policía y camioneros se produjo el martes pasado durante un reclamo por el encuadramiento gremial de unos 300 empleados de un lavadero industrial. Hubo 42 detenidos y siete manifestantes siguen heridos.

“La Presidenta y sus bufones, como el Ministro de Trabajo [Carlos Tomada], desconocen los acuerdos que ellos mismos homologaron”, se refirió Moyano a la pulseada por afiliados que mantiene con el gremio de tintoreros.

Moyano aseguró que “hay un encono” de la Nación con la gestión bonaerense y llamó a “tener buena memoria” a la hora de votar en el distrito. Sin embargo, evitó escenificar su alineamiento con Scioli al decir “que no lo defiende”. Dentro del moyanismo barruntan que Scioli no romperá su alianza con el Gobierno. Por eso mantienen tendidos los puentes con el intendente de Tigre, Sergio Massa, quien todavía no decidió cómo jugará políticamente en las elecciones legislativas de octubre.

La represión a camioneros empujó a Moyano a incluir en su oratoria un reclamo de su aliado de la CTA, Pablo Micheli: rechazar la ley antiterrorista. “Quieren atemorizarnos para que no reclamemos”, lanzó el jefe cegetista.

Micheli, el verdadero impulsor de la protesta de ayer en las puertas del Ministerio de Trabajo, se diferenció de Moyano en todo sentido. Llegó a paso intenso junto con las filas de manifestantes y en su breve discurso defendió “la unidad gremial en las calles”. Y hasta se animó a desafiar con “un gran paro nacional”, que se concretaría a mediados de abril o en mayo. Ya tendrían asegurada su participación en la huelga la CGT, la CTA, los estatales de ATE, la Corriente Clasista Combativa y los sectores de la izquierda, que ayer estuvieron representados en el escenario con Néstor Pitrola, Vilma Ripoll, Claudio Lozano, Fernando “Pino” Solanas y el ferroviario Rubén Sobrero. Tampoco se descarta que se sumen al cese de actividades los colectiveros de la UTA, que están alineados en la CGT que comulga con la Casa Rosada.

La fecha del paro se conocería después del 26 de marzo, cuando se reúnan los gremios estatales de la CGT y de la CTA.

“Hay ocho provincias donde los maestros están haciendo paro. La Presidenta dijo el 1° de marzo que la educación era prioridad, y eso es mentira”, se quejó Micheli. Y echó mano a una chicana que se ganó de inmediato el aplauso de los manifestantes. “Tenemos a Messi y el Papa es argentino; nos falta el gobierno nacional y popular”, dijo.

Micheli le sumó un toque electoral a su mensaje. Llamó “a cambiar la hegemonía del kirchnerismo en el Congreso y a que no se voten leyes de mierda, como la ley de riesgo de trabajo y la ley antiterrorista”.

El dirigente docente Miguel Díaz fue otro de los oradores. Le pidió a la Presidenta que convoque a los gremios al diálogo. Aunque antes, había sido duro: “El Gobierno les da las espaldas a los docentes, como lo hizo el menemismo”.

También hubo quejas del estatal Julio Fuentes, que acusó al Gobierno de “espiar” a referentes sociales y gremiales. Además, reclamó aumentos salariales, sobre todo, en el interior, donde los sueldos “son menores al salario mínimo”.

PREOCUPADO POR LA DIFUSIÓN

A Hugo Moyano no le agradó cómo se difundió el conflicto entre camioneros y el gremio de tintoreros por el encuadramiento de trabajadores de un lavadero. Anteayer, se negó a responder las consultas de LA NACION ante la designación de Jorge Bergoglio como papa. Mediante sus allegados, comunicó su malestar por cómo fue tratado el hecho. Ya había pasado algo similar el año pasado, tras la protesta en la Plaza de Mayo.

Fuente: La Nacion

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