La Metropolitana se prepara para custodiar el subte

31621_policia-metropolitanaEl gobierno porteño prepara un plan para reemplazar a los agentes de la Policía Federal que hoy custodian en el subte. Días atrás, efectivos de la Policía Metropolitana comenzaron a hacer un relevamiento sobre las necesidades que tiene cada línea en cuestiones de seguridad, además de la infraestructura, para adecuar distintos equipamientos de tecnología.
Actualmente agentes de la fuerza porteña recorren las estaciones de la línea A y la línea H, pero desde la Ciudad aún no reconocieron públicamente que pretendan reemplazar a la Policía Federal en el corto plazo. Sin embargo, lo cierto es que, tarde o temprano, el gobierno que encabeza Mauricio Macri deberá asumir esta realidad: la Policía Federal dejará de custodiar el subte, y Subterráneos Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase), hoy responsable de las seis líneas y el Premetro, deberá hacerse cargo de la seguridad.
Hace 15 días, Juan Pablo Piccardo, presidente de Sbase, le envió una carta a la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, en la que solicita más efectivos de la Federal para el subte. Esa carta nunca fue respondida. En la actualidad, hay unos 300 agentes de la Federal vigilando en estaciones y andenes.
Desde agosto pasado hasta hoy, se denunciaron 51 robos en el subte, algunos de ellos a mano armada. Punguistas y arrebatadores actúan impunemente ante la falta de presencia policial. En este contexto, los llamados metrodelegados comenzaron a manifestar su preocupación y el mes pasado liberaron los molinetes, entre las 7 y las 9, en reclamo de mayor seguridad.
En la carta enviada a Garré, firmada por el vicepresidente de la empresa, Alberto Gowland, se manifiesta la inquietud ante la cantidad de hechos de inseguridad que se han registrado en las últimas semanas.
“Señalamos nuestra preocupación por el gran incremento de hechos delictivos acaecidos en el ámbito del subte en lo que va del año, ya que, según Metrovías, se han registrado un total de 28, habiéndose multiplicado los casos de amenazas con armas de fuego”, dice la misiva.
Y continúa: “Evidentemente, la falta de personal policial en las estaciones favorece a la actividad delictiva e impacta directamente en las condiciones de prestación del servicio”.
En enero del año pasado, Garré le había comunicado a la Ciudad que la Policía Federal ya no custodiaría las 78 estaciones del subterráneo porteño. Esa medida luego se retrotrajo ante la imposibilidad de reemplazarlos en lo inmediato. Sin embargo, la merma de efectivos en el subte fue notoria.
Hoy, la polémica sigue abierta: el gobierno nacional ya no quiere destinar a la Policía Federal a la vigilancia del subte. De hecho, le advirtieron al gobierno

local que serán retirados, pero no lo harán hasta tanto Macri resuelva con quiénes los reemplazará.
Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad de la ciudad insistieron en que hoy la custodia del subte “es de la Policía Federal”, pero especulan con que recién desde el año próximo podrían asumir esa responsabilidad al disponer de 700 efectivos para realizar esta tarea.
“Cuando la Policía Metropolitana desembarque en el subte, los agentes de la Federal que están asignados a esa función cumplirán otras tareas de prevención en la calle”, confió a LA NACION una fuente del gobierno nacional. En medio de esta disputa política por la seguridad, Sbase activó su plan de tercerizar los servicios de custodia, al contratar empresas de seguridad privada.
Pero el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, contó que la Ciudad tiene un plan de seguridad para el subte, con agentes de la Policía Metropolitana, que podría llamarse “brigada subte”. En principio, iba a formarse con agentes retirados y no iban a portar armas, pero esa decisión fue relegada.
Pasajeros y empleados del subte se quejan por la ausencia de policías. “Desde que en 2011 disminuyó la cantidad de efectivos de la Federal, no se cubren todas las estaciones, y la mayoría quedó a la deriva. Ahora hay algunos de seguridad privada”, señaló un boletero que trabaja desde hace diez años en la línea D.
Juana Ibáñez, usuaria de la línea A, asegura que los hurtos en las formaciones son muy frecuentes. “Siempre hay un grito de una persona que te alerta del robo de un celular. Es una locura que los policías no viajen con nosotros. Una vergüenza que se repite desde hace años”, aseguró la mujer, que trabaja en el microcentro porteño.

Fuente: La Nación

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