Lo que dejo el debate de UNEN

En el saludo del inicio, Elisa Carrió les dio un beso a Martín Lousteau y a Leandro Illia. A Ricardo Gil Lavedra, en un principio, apenas aceptó darle la mano, como quedó registrado en la foto principal de esta página. “Le voy a dar un beso también, pobre…”, accedió luego, aunque el radical intentó abrazarla y ella lo rechazó con una alusión a los ataques del día anterior: “No, no, ¡que no me domestique!”. Los cuatro precandidatos a diputados de UNEN se cruzaron fuerte en el debate emitido anoche por A Dos Voces, en TN, a tono con el clima que había encendido Carrió en la previa y el ritmo que también impuso durante el programa. Por momentos con acusaciones mutuas al borde de provocar divisiones sin retorno, también se contuvieron, remarcaron las coincidencias y el “valor” de la discusión. Fuera de cámara blanquearon el motivo de no ir más allá: la lista de diputados para octubre se conformará intercalada, de acuerdo con el resultado de cada espacio el 11 de agosto.
“Tenemos que ser capaces de convocar gente honesta, con coraje, compromiso y gestión. Tanto yo como Rodolfo tenemos experiencia de gestión”, dijo Lousteau, y Carrió metió su primer cruce fuerte: “El coraje se muestra en denunciar la corrupción, no ahora que todos hablan, sino la corrupción de De Vido cuando vos eras ministro”.
Y lo incomodó con preguntas sobre la resolución 125: “¿Por qué no renunciaste? Ya sabías que Moreno estaba en el ministerio cuando entraste”. El ex ministro de Economía se defendió: “Los lunes desayunaba con Moreno para saber qué cagada iba a hacer y contenerlo. Cuando entré me dijeron que Moreno se iba en tres meses y De Vido en seis”. Carrió bajó un cambio (“a mí me tranquiliza esa explicación”) y Gil Lavedra mantuvo la polémica: “A mí no, el grave problema es que fue un desprecio al Congreso”. Lousteau subió el tono: “¡Vos sabés que no fue así! En las facultades delegadas estaba el código aduanero. Lo que me extraña es que tu segunda candidata a senadora (Victoria Donda) haya votado a favor de la 125”.
Luego Carrió apuntó hacia Gil Lavedra: cuestionó el proyecto de despenalización de drogas de Donda, la “tablita de Machinea” de la Alianza “cuando vos eras ministro” y le endilgó: “Yo soy una dura a diferencia de él, que es un blando”.
La respuesta del radical fue fuerte: “Yo no creo que seas dura, creo que sos profundamente ineficaz y dogmática. Que te has encerrado en una verdad única. Y yo rechazo todos los autoritarismos”.
Gil Lavedra contragolpeó con una serie de sesiones, como la de la ley antiterrorista, en las que Carrió se ausentó. Cuando argumentó problemas de salud, un “ahhhhh” burlón partió del sector de la tribuna ocupado por los compañeros de lista del radical. Pero Carrió tenía preparados más dardos: a Lousteau por “firmar el balance del Belgrano Cargas, que es de facturación trucha” y a Alfonso Prat Gay, presenten en el canal: “Mi presidente de bloque me decía que las denun- cias no traen votos”. Y Gil Lavedra otra vez buscó a Lousteau: calificó los proyectos contra la inseguridad que presentó con Terragno como una “animalada”. Por momentos, Illia también provocó polémicas: a Gil Lavedra lo acusó de no tener “coherencia política” (“hace dos años estaba con De Narváez”) y a Carrió le preguntó por qué se fue del radicialismo. “Por Coti Nosiglia, Jesús Rodríguez y todos los corruptos de la UCR. Y vos me pediste ser diputado por una lista que no era radical”, le respondió.
Cuando las discusiones parecían descontrolarse, aparecía el freno.
“No se asusten, yo no rompo nada…”, avisó Carrió, que al final volvió sobre la frase de Gil Lavedra sobre “domesticarla”: “Es el único hombre en el mundo que dijo una estupidez tan grande”.

Aliados con asistencia perfecta
“Quería este debate, por eso le puse picante… Quién ganó no importa, lo importante es que gane UNEN”, dijo al final Carrió. El que seguro ganó en acompañamiento y apoyo fue Gil Lavedra: además de Alfonso Prat Gay, Victoria Donda y Humberto Tumini, en cada corte se acercaban su pareja, la escritora Claudia Piñeiro, y su hijo Nicolás, cineasta, que contó: “Le dije que hable como les habla a sus amigos”. La “hinchada” de Lousteau la integraron Rodolfo Terragno, otros precandidatos de ese espacio (Mabel Bianco, Adrián Ramos, Raúl Gámez) y Emiliano Yacobitti, titular de la UCR porteña. A Carrió la acom- pañaron Pino Solanas, Fernanda Reyes, Fernando Sánchez, Alcira Argumedo, Roy Cortina, Gustavo Vera y otros precandidatos. Se acercaban en cada corte, pero ella salía a fumar y estiraba los intervalos. “No hace falta decirle nada”, dijo Solanas. Carrió preparó carteles con las leyes que impulsó y con las fotos de “los ladrones investigados por la Justicia por las denuncias de la denunciante crónica”. Illia estuvo con César Wehbe, Claudia Guebel y Lucía Alberti, y más de una vez se refirió al ex presidente: “Nadie me puede decir corrupto. Como a mi padre”.

Fuente: Clarin

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