Anunciarían cambios en el monotributo

Con apenas quince días de diferencia desde el último encuentro, la presidenta Cristina Fernández convocó para hoy al mediodía al diálogo social con empresarios y sindicalistas en la Casa de Gobierno. Así como la vez anterior sorprendió a todos los presentes con la novedad de la rebaja del impuesto a las Ganancias, la mandataria aprovechará el encuentro para realizar otro anuncio de tinte electoralista: la actualización de las escalas del monotributo y un subsidio para la atención médica en obras sociales de personas mayores de 70 años; monotributistas; monotributistas sociales y personal doméstico, confirmaron fuentes oficiales.
La Presidenta convocó a la mesa del diálogo social el mismo día en que festejará, por la noche, el Día de la Industria en el predio de Tecnópolis, donde insistirá con la necesidad del diálogo tripartito de la defensa del modelo. Están confirmadas 3.000 personas, entre dirigentes industriales, sindicalistas y funcionarios (ver aparte).
Estaba previsto que los anuncios se realizaran ayer, pero a raíz del tercer llamado al diálogo para hoy, la Presidenta decidió postergarlos y hacerlo en ese contexto.
Los cambios en el Régimen del Monotributo, sobre los cuales estuvo trabajando el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, en las últimas semanas apuntarán a actualizar las escalas y alivianar así la situación de 1,6 millón de contribuyentes, que por la inflación deben recategorizarse de forma frecuente. Hoy, un empresario que facture más de $ 200.000 (para servicios) o $ 300.000 (para producción de bienes) al año queda excluido del monotributo y pasa a autónomos. Esta situación afecta a las pymes, razón por la cual fueron los dirigentes de este sector los que impulsaron el reclamo a las autoridades.
El paquete de anuncios incluirá, además, un subsidio a las personas mayores de 70 años, los monotributistas, monotributistas sociales y el servicio doméstico, de manera de garantizar un aporte mínimo por su atención médica, en lugar de aumentar de forma directa los recursos del Estado que reciben las obras sociales. De esta manera, se buscaría asegurar las prestaciones de estos sectores, ya que en los últimos meses varios gremios comenzaron a suspender la atención de esos contribuyentes (el sindicato de Camioneros) o amenazaron con hacerlo (el sindicato de Comercio).
El componente del monotributo que se destina a las obras sociales está congelado en $ 95 desde el 2010, independientemente del monto de los ingresos del contribuyente. Mientras que por un trabajador en relación de dependencia una obra social recibe un aporte equivalente a un 9% del salario (6% del empleador y 3% del trabajador), que garantiza un piso de ingreso de $ 500 por asalariado. El reclamo de la CGT es que, al menos, se garantice un aporte de $ 200 por monotributista. El caso de los monotributistas sociales y personal del servicio doméstico es similar, con un aporte fijo en $ 100 desde abril último.
El objetivo político del Gobierno con esto es replicar la idea de anuncios efectistas, como ocurrió hace dos semanas con la rebaja en Ganancias y la ampliación en el número de beneficiarios de las asignaciones familiares. Fuentes del Gobierno aseguraron que hasta las elecciones habrá una catarata de anuncios tendientes a mejorar la intención de voto del oficialismo. La intención es que sean definiciones concretas para la gente que se vean replicadas luego en las urnas.
Según trascendió de voceros gubernamentales, los detalles de la implementación del nuevo sistema serán presentados por la Superintendenta de Servicios de Salud, Liliana Korenfeld, en un encuentro que mantendrá mañana con los titulares de las obras sociales sindicales.
Técnicamente, se trataría de un aporte adicional que se incorporaría al esquema del SUMA (Subsidio de Mitigación de Asimetrías), que en la actualidad reparte $ 2000 millones anuales (favorece principalmente a las entidades que presentan menor nivel de ingreso por afiliado y aquellas con menos de 50.000 afiliados). El nuevo aporte, en cambio, apuntaría a aliviar la carga financiera de las obras sociales que atienden jubilados, monotributistas y domésticas.
Del sector empresario, fueron invitados a la Rosada el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Gustavo Weiss; el vicepresidente de la Cámara de Comercio (CAC), Eduardo Eurnekián; el titular de la Asociación de Bancos de la Argentina (Adeba), Jorge Brito; el vicepresidente de la UIA, José Urtubey –su titular, Héctor Méndez, viajó a Roma–; el presidente de ABA, Claudio Cesario; Marcelo Fernández, de la CGERA, Ider Peretti de la CGE, Osvaldo Cornide, de CAME y Daniel Funes de Rioja, de Copal y de la UIA.
Por los gremios, asistirán el titular de la CGT, Antonio Caló; Omar Viviani, de los taxistas; Ricardo Pignanelli, de Smata; José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias. Gerardo Martínez, de UOCRA fue invitado, pero no está confirmada su asistencia, mientras Andrés Rodríguez, de UPCN se encuentra en el exterior.
En paralelo a los encuentros con Cristina, empresarios y sindicalistas están asistiendo a las reuniones de las comisiones creadas para trabajar sobre las distintas temáticas. La de competitividad tiene varios interlocutores. Por ejemplo, empresarios se reunieron ayer en el Indec para analizar la evolución de los costos y, por otro lado, esta semana habrá reuniones en Industria con varios sectores. Mañana funcionará la de trabajo informal en el Ministerio de Trabajo.

Fuente: El Cronista

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