El nuevo Congreso

La elección dejó un tendal de números para analizar, pero algunos de ellos más concretos y evidentes: las bancas que se renovaron -127 en diputados y 24 en senadores- cambiaron levemente la conformación del Congreso, aunque no se modificó la correlación de fuerzas. El Frente para la Victoria, de esta forma, ratificó su supremacía y pasó de 115 a 130 diputados, incluyendo los aliados.

En segundo lugar, en la Cámara baja, quedó la Unión Cívica Radical, con el Partido Socialista –más aliados- que mantuvo cerca de 70 bancas, si se suman las 53 radicales y socialistas, más las 7 de UNEN, las del FAP y e FPCyS.

EL PRO, por su parte, creció de 13 a 18 bancas, mientras que el peronismo disidente se ubicó detrás del Frente Renovador con 19 bancas. Con menores escaños, pero con bloque propio, aparecen el Frente de Izquierda y los Trabajadores –entre 3 y 5 diputados-, el Movimiento Popular Neuquino, que conserva sus tres bancas, y las 3 de Unión Por Córdoba.

En el Senado, el FPV renovaría las 11 bancas que ponía en juego, pero no tendrá los dos aliados de Nuevo Encuentro. El radicalismo perdería 2 bancas y el PRO debutará con 2 senadores propios.

Fuente: Minuto 1

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