El ministro de Economía Axel Kicillof reprendió ayer a los proveedores de supermercado s y su alfil Augusto Costa le manifestó enojo a las cadenas de electrodomésticos.

A la industria alimenticia Kicillof le dijo que había un 46% de incumplimiento en el abastecimiento de los productos correspondientes a la los “precios cuidados”. A las cadenas de electro, Costa les marcó que se había disgustado porque el jueves (el día de mayor devaluación) habían suspendido sus operaciones “on line” y por un posterior aumento de precios. Les planteó la posibilidad de que retrotaigan esos importes.

Kicillof, flanqueado por el secretario de Comercio Augusto Costa, arrancó con Copal, la cámara que representa a la industria alimenticia, y representantes de unas 60 empresas, como Unilever, Molinos, Mondeléz, Mastellone y Coca-Cola. El ministro manifestó que estaba conforme con los “precios cuidados”. Pero luego pasó diapositivas con “faltantes” de botellas de Coca-Cola de un litro y medio (las que están en el acuerdo), en contraste con el resto de bebidas de esa compañía, de las que sí había stock disponible en las góndolas. El ministro se valió de esa situación para cuestionar el abastecimiento: según sus cálculos, hay problemas para que el 46% de los “precios cuidados” llegue a las sucursales de los supermercados.

Los que tienen incrementos de sus costos que los lleven a considerar un aumento de precios que nos lo hagan saber y vamos a actuar”, les había dijo Kicillof a los fabricantes de alimentos. Es que varios proveedores de supermercados habían mandado listas con remarcaciones de precios de entre 10% y 20% a las cadenas.

Tras un discurso general –donde habló de “golpe de mercado” por la devaluación, algo que su audiencia escuchó entre silencio y algunos bostezos– Kicillof remarcó que caería “con todo el peso de la ley” a las alimenticias que aumentaran precios. Luego, el equipo de Costa fue convocando a varias empresas a reuniones “particulares”. Las compañías habían llevado listas de precios actualizadas, en algunos casos con incrementos. Los asesores de Costa los escucharon y prometieron que estudiarán “caso por caso”. “Estamos ante un nuevo equilibrio de las variables macroeconómicas, el mundo está muy mal, lo que se refleja en las devaluaciones de Chile, Uruguay y Brasil”, reconstruyó un proveedor sobre lo que entendió de las palabras de Kicillof.

Cuando se fueron los proveedores, llegaron los ejecutivos de las principales cadenas de electrodomésticos a una reunión con Costa. Garbarino, Frávega, Musimundo suspendieron la actividad de sus páginas web el jueves, que fue el día de mayor devaluación en 11 años y eso enfureció al equipo económico. “Nos llamaron y pusimos las páginas web en funcionamiento al otro día (el viernes)”, le contestó el número uno de una gran cadena a Costa.

“Cambiaron los costos”, agregaron los ejecutivos. Costa no quedó conforme con esa respuesta. Les espetó que “había precios que no estaban en las vidrieras” y le señaló que su equipo había detectado aumentos, los que había que “retrotraer” a la brevedad. Las cadenas barajaron, en ese momento, la posibilidad de suspender la venta de productos con tarjetas de crédito. “No se puede volver a los precios de antes y encima financiados”, se quejaron los comerciantes en una charla privada que tuvieron tras ver a las autoridades. Quedaron en volver a hablar hoy. Ayer a la noche estaban revisando las variaciones de las ventas de los últimos días.

Fuente: Clarín