Mapa electoral tras elecciones en Tucumán

Con la suma de Tucumán, ya son 15 las provincias en las que hubo algún tipo de elección para los cargos locales, contando las que definieron a sus futuros mandatarios, legisladores y jefes comunales, más las que realizaron PASO y esperan la definición en las generales. Estos resultados permiten mirar el rompecabezas político que se va armando, realizar un sobrevuelo y un análisis de las tendencias que el electorado mostró hasta ahora, más allá de la gran radiografía que implicaron las Primarias Abiertas nacionales del pasado nueve de agosto.
Las lecturas que pueden hacerse son múltiples. Una de las centrales para observar es qué sucede con los oficialismos. De los 15 distritos en los que hubo algún tipo de votación, en 13 la victoria fue para el mandatario que viene ejerciendo el poder o para la fuerza que está gobernando.

En los dos terruños en los que hubo cambio de signo podría decirse que hubo un empate: en Mendoza la oposición a nivel nacional desplazó al Frente para la Victoria y en Tierra del Fuego fue el kirchnerismo quien triunfó y removió a otra fuerza. Como se dijo, en las otras 13: Buenos Aires, Capital, Córdoba, Santa Fe, La Rioja, Salta, Neuquén, La Pampa, San Juan, Chaco, Río Negro, Chubut y Tucumán, los oficialismos se alzaron con el triunfo.
Sin la pretensión de trasladar este dato de modo lineal al posible resultado nacional del próximo 25 de octubre, es un elemento a tomar en cuenta. Esta fue la tendencia que mostraron todos las contiendas locales durante el proceso eleccionario de 2011 en el que terminó ganando Cristina Fernández por el 54% de las voluntades.

Los colores del mapa
Respecto de los colores que se vienen imponiendo en cada lugar, el recorrido muestra que el FPV, con sus distintos matices, ganó en nueve de las 15 contiendas que se libraron hasta ahora. En algunos casos, como en las PASO de La Pampa, se impuso en la interna abierta el sector del peronismo más distanciado de la Casa Rosada, pero que mantiene los dos pies dentro del plato. Esta preponderancia territorial del peronismo se ratificó en las Primarias nacionales del 9 de agosto. Por eso, a pesar de haber obtenido menos caudal que hace cuatro años, si estos resultados se replicaran en octubre, el kirchnerismo aumentaría la cantidad de senadores y lograría el control total de la Cámara Alta.

La principal fuerza de la oposición, la alianza Cambiemos, que reúne al radicalismo y al PRO, no tiene demasiado para festejar desde el punto de vista de la acumulación del poder territorial. El jefe porteño, por ejemplo, tenía buena parte de sus apuestas en la provincia de Santa Fe, en la que casi daba por descontada la victoria de Miguel Del Sel, que terminó cayendo-por menos de 2000 votos-ante el socialismo gobernante.
En el caso radical, el presidente de ese partido, el senador Ernesto Sanz, sostuvo cuando impulsó el acuerdo con el macrismo que su fuerza recuperaría entre 6 y 8 gobernaciones. De aquella ilusión, por ahora, queda una realidad un tanto más modesta, ya que los boinas blancas sólo puedieron sumar a sus alforjas el triunfo en Mendoza.

En el caso del frente UNA, que reúne al cordobés José Manuel De la Sota y al candidato presidencial Sergio Massa, el único distrito en juego que tenía era la patria chica del Gallego. El delfín de De la Sota era su histórico socio en la provincia, que ya fue el gobernador, Juan Schiaretti, que logró imponerse en la contienda que se realizó el pasado cinco de julio y garantizó cuatro años más del delasotismo en La Docta.

Fuente: Tiempo Argentino

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