Frente a la desolación de refugiados sirios, Austria y Alemania abren sus fronteras

Unos 11.000 refugiados procedentes de Hungría fueron transportados ayer en tren desde Austria a Alemania y otros 2200 estaban hoy en camino, pero las autoridades en Viena ya anunciaron que de forma gradual volverán a controlar la entrada de migrantes de Medio Oriente y África a su territorio.

“Paso a paso, debemos volver de una medida de emergencia a una normalidad que sea conforme a la ley y digna para las personas”, señaló en un comunicado el canciller federal austríaco, Werner Faymann, tras hablar con su homóloga alemana, Angela Merkel. Faymann, sin embargo, no dio detalles de cuándo comenzarán a reinstalar los controles fronterizos.

“Siempre hemos dicho que se trata de una situación de emergencia en la que tenemos que actuar rápidamente y humanamente. Hemos ayudado a más de 12.000 personas en una situación inminente”, explicó el canciller austríaco. De acuerdo con la legislación comunitaria, los inmigrantes o refugiados deben pedir asilo en el país de entrada en la Unión Europea (UE) y sólo pueden moverse libremente por el espacio Schengen si disponen los papeles y permisos para ello.

Los más de 12.000 refugiados que ya pasaron por Austria habían estado varados varios días en Hungría hasta ayer, luego de haber atravesado el Mediterráneo desde Turquía y haber avanzado por tierra cruzando Grecia, Macedonia y Serbia y de haber ingresado a territorio húngaro pese a la valla fronteriza levantada por Budapest.

Finalmente, Hungría desistió de su intento de registrarlos a la fuerza luego de que los refugiados decidieran marchar a pie hacia Austria ante la suspensión de los servicios de trenes, lo que propició que Budapest pusiera colectivos a su disposición para llevarlos a la frontera con Austria. De Budapest salieron esta mañana varios trenes con unos 1000 refugiados más a bordo, con destino a la ciudad de Hegyeshalom, donde iban a tomar otro tren hasta la frontera austro-húngara. Esta madrugada habían cruzado otros mil refugiados la frontera a pie, después de haber llegado en tren desde Budapest a Hegyeshalom, situado en el extremo noroeste de Hungría.

Las autoridades austríacas están gestionando no solo la recepción de los inmigrantes, incluida la asistencia sanitaria, sino también el reparto de las personas por otros puntos del país, desde donde pueden seguir su viaje rumbo a Alemania. La mayoría de ellos fueron transportados de la zona fronteriza de Nickelsdorf hasta Viena, en tren o en ómnibus, aunque otros grupos también han salido directamente hacia ciudades como Salzburgo o Graz.

Fuente: Página 12

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