La otra cara de la tecnología: pánico, abstinencia y ansiedad

Los teléfonos celulares se convirtieron en más que una herramienta de comunicación. Hoy ya no solo se utilizan para llamadas de voz y mensajería instantánea, sino que también para varias aplicaciones que generan un contacto directo entre los usuarios –como Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat y Periscope entre tantas otras-, quienes como vouyeristas cibernéticos no pueden dejar de mirar las constantes actualizaciones del otro.

En las reuniones, tanto de trabajo como entre amigos, resulta normal sacar el celular, encenderlo y mirarlo, y, si se puede, charlar con los presentes a la vez que se chatea con los ausentes. El uso desmedido llegó a tal punto, que se naturalizó que mientras una persona habla, los demás, con celular en mano, realizan otras actividades, menos escuchar.

El psicólogo Walter Hugo Ghedin explicó a Infobae cómo el uso adictivo de los teléfonos móviles puede afectar la salud y la concentración, entre otros temas.

“Cada vez son más los problemas sociales y de salud que ocasiona la adicción a los smartphones. Corrompe las conductas grupales por generar una sociedad individualista, más encerrada. Produce, también un desequilibrio en las relaciones humanas”, dijo el especialista..

En términos físicos, daña la vista y los sentidos auditivos y genera mayor propensión al sedentarismo. La ansiedad también es un gran factor, ya que el usuario vive desesperado por saber si le llegó alguna notificación de mensaje o de alguna otra aplicación. Según un estudio, las personas miran el celular 150 veces al día.

Ansiedad, un problema en crecimiento

“La ansiedad ha aumentado vertiginosamente. Hay más trastornos de pánico. La tecnología incrementa la ansiedad, las conductas de abstinencia, las conductas condicionadas y a estar atentos constantemente. Nuestro sistema psíquico no se relaja, está en alerta de manera permanente”, explicó el psicólogo Walter Hugo Ghedin a Infobae.

Además, el especialista resaltó que el uso de las nuevas tecnologías puede afectar el momento de estudiar: “Los niños son los más afectados por los dispositivos móviles ya que le perjudican la atención, la concentración y la memoria. Pierden el foco. No se logra un aprendizaje rotundo”.

En ese sentido, un reciente estudio con 1.000 estudiantes en Corea del Sur reveló que el 72% de los niños de 11 o 12 años poseen un móvil y pasan en promedio 5,4 horas al día usándolos.

Fuente: Infobae

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