Se pone en marcha el traspaso del juego a la ciudad

Después de meses de negociaciones, finalmente Mauricio Macri puso en marcha el traspaso de la totalidad de los juegos de azar en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

Larreta confirmó que también analizan traspasar el puerto, el juego y el fuero penal a la Ciudad
A través del decreto 743/2016, firmado por Mauricio Macri, se establece la “convalidación” de la Asamblea de Lotería Nacional Sociedad del Estado que dispuso que “el producido obtenido de la explotación de los juegos de azar a su cargo en el territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” quede bajo su competencia.

El decreto establece la creación de una Comisión de Enlace compuesta por miembros de Lotería Nacional y del Instituto de Juegos de Apuestas porteño, que en un plazo no mayor a 120 días hábiles presentará un cronograma de trabajo para “perfeccionar la asunción de competencias en la materia por parte de la Ciudad de Buenos Aires”.

La decisión es producto de varios años de reclamos que llegaron hasta la Corte Suprema de Justicia y que incluyó un convenio cuyo vencimiento operó el 1° de diciembre pasado que regulaba las relaciones entre el gobierno de la Ciudad y Lotería Nacional.

A comienzos del año, Horacio Rodríguez Larreta había adelantado a LPO que el juego era una de las áreas que se analizaban traspasar del ámbito de Nación a la Ciudad, como se hizo con la Policía Federal. Poco después, este medio reveló las negociaciones entre Macri, Larreta y Cristóbal López para concretar el traspaso.

Sin embargo, la pelea está lejos de terminar. López -dueño de las salas de tragamonedas del Hipódromo de Palermo y de los casinos flotantes- planea dar la discusión legal para evitar que se modifiquen las condiciones con las que explota esas salas.

Fuentes del Hipódromo de Palermo dijeron a LPO que en las próximas horas van a emitir un comunicado planteando su posición y adelantando que darán la discusión legal con su argumento histórico: esas salas le fueron concedidas antes de que se establezca la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires y están en territorios federales.

Para eso, creen contar con un guiño en los fundamentos del decreto que firmó hoy Macri. Allí se sostiene que el proceso de traspaso de la competencia a la Ciudad de Buenos Aires se hará “de manera ordenada y sin afectar derechos adquiridos”. Es decir, que consideran que lo que se disponga de parte del Gobierno porteño será hacia adelante, y planean resistir cualquier medida que consideren perjudicial.

Una disputa millonaria

Cristóbal López es parte clave de la disputa porque tiene el control de más de 4 mil tragamonedas en el Hipódromo de Palermo y 1500 en los casinos flotantes de Puerto Madero, el epicentro de la disputa.

Esas salas de juego estarán ahora bajo control de la Ciudad, que entre otras medidas analiza exigirle a López que pague el impuesto a los ingresos brutos, algo que hasta ahora evita por distintas maniobras judiciales. Además, buscarán imponerle un mayor control de las apuestas.

Como explicó este medio, en el sector del juego calculan que cada una de las alrededor de 5.500 máquinas que Cristóbal tiene en el Hipódromo y los casinos flotantes deja una ganancia diaria de 200 dólares, lo que significa entonces que las máquinas le dejan a López 1,1 millón de dólares por día.

La idea primaria de la Ciudad era que el traspaso frenara la expansión de las salas tragamonedas e incluso Larreta pretende exigirle a López que reduzca la cantidad de máquinas. El gobierno porteño viene de ordenar el cierre de los bingos de la Ciudad.

La historia detrás de la pelea por el juego en la Ciudad es de larga data. Antes de dejar la presidencia en 2007, Néstor Kirchner firmó un decreto para cederle a Cristóbal López el control del juego hasta 2032 y en una decisión insólita lo “obligó” a multiplicar por más de 10 las máquinas que ya tenía el Hipódromo.

Pese a la ganancia astronómica, el zar del juego se las ingenió a través de amparos judiciales para burlar un fallo de la Corte Suprema con fecha del 25 de octubre de 2011 que le permitió a la Ciudad cobrarle el impuesto a los ingresos brutos a los casinos.

Desde aquel fallo, la oposición porteña, en especial los dirigentes de la Coalición Cívica ahora aliados del Gobierno, le exigían a Macri que le retuviera entre 1000 y 2000 millones de pesos por año en concepto de ingresos brutos.

Durante su gestión en la Ciudad, Macri no sólo no le cobró impuestos sino que renovó de manera automática el convenio que Cristóbal tiene con la Ciudad y la Nación. A mediados del 2015, en plena campaña electoral, el presidente anunció que no prorrogaría otra vez el convenio firmado en 2003.

Fuente: LPO

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