Curas villeros piden que el Estado brinde ambulancias a los barrios populares

Este lunes, sacerdotes integrantes del llamado Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Capital y Provincia, se reunieron en el “Hospitalito Masantonio”, donde se asiste especialmente a enfermos de tuberculosis que están en situación de consumo problemático de sustancias, en el barrio porteño de Barracas, y desde allí difundieron una declaración donde propusieron al Estado que proporcione unidades de traslado en aquellos barrios vulnerables de ambos distritos, donde la llegada tardía o nula de las ambulancias ante una emergencia en salud es moneda corriente desde hace décadas.

La declaración, titulada “La imperiosa necesidad de la ambulancia en las villas y barrios populares” se leyó en el comedor del “Hospitalito”, y allí, el sacerdote Lorenzo “Toto” de Vedia recordó el caso de Ramona Collante, una vecina del barrio 21-24, que se contagió de coronavirus y falleció el 30 de mayo pasado, en medio de la espera de que llegara una ambulancia del SAME a la barriada, por segunda vez.

Cuando los médicos llegaron, la vecina, que padecía hipertensión y problemas respiratorios, ya había fallecido. El día anterior, viernes, los profesionales del SAME habían atendido a la mujer y le dijeron que se quedara en su casa.

“Ramona Collante murió el 30 de mayo. Se llamó al SAME insistentemente porque la fiebre no bajaba. Dos horas después, la ambulancia llegó cuando Ramona ya había fallecido. Este hecho, como tantos otros, -por caso, cito a pibes que han muerto desangrados cuando la ambulancia tardó horas en llegar-, nos evidencia la emergencia médica en la que vivimos en nuestros barrios de Capital, y en provincia también, en el Gran Buenos Aires”, contextualizó el cura De Vedia.

El documento lleva la firma de unos 34 sacerdotes de villas y barrios populares de la Ciudad y Gran Buenos Aires, incluido el obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara.

Los sacerdotes José María “Pepe” Di Paola, Juan Isasmendi, Nicolás “Tano” Angelotti, Lorenzo “Toto” De Vedia, Adrián Bennardis, Carlos “Charly” Olivero, Gastón “Tonga” Colombres y el obispo Gustavo Carrara, leyeron el documento que, además de denunciar el caso de Ramona Collante, propone que “en aquellas villas o barrios populares que muestran capacidad de organización para esto, el Estado puede proporcionar una unidad de traslado. No se trata de reemplazar el sistema oficial de emergencias médicas, pero sí de complementar el servicio estatal”, demandaron.

Texto completo de la Declaración:

La imperiosa necesidad de la ambulancia en las villas y barrios populares

Los curas compartimos la vida con nuestros vecinos, viviendo en la villa.

Todos los días, los más pobres se encuentran con la vida y la muerte, con la salud y la enfermedad, luchando por una vida digna.

Muchas veces hemos manifestado el dolor que produce la privación de oportunidades y derechos por vivir en barrios llamados marginales: falta de vacante en escuelas, inseguridad en sentido amplio, rechazo en trabajos por vivir en una villa, transporte público deficiente, sistema de salud expulsivo…

En este último punto queremos focalizar esta declaración.

Desde hace décadas, en las villas del llamado “AMBA” (ciudad de Buenos Aires y Conurbano) es insuficiente, hasta deficiente, el servicio de emergencias médicas. Hubo causas judiciales pero sigue sucediendo que muchas veces la ambulancia llega más tarde de lo estipulado. En todo este tiempo ha pasado numerosas veces que la persona falleció antes de que llegara la emergencia médica.

¡Cuántas muertes se habrían evitado si la ambulancia hubiera llegado a tiempo! Demasiados vecinos de barrios pobres fallecieron desangrados mientras la ambulancia no llegaba.

No consideramos que sea excusa la imposibilidad de llegar a los pasillos. Siempre hay un punto al que el móvil puede llegar y entre los vecinos y las fuerzas de seguridad acompañar al personal de salud hasta el domicilio o lugar donde se encuentra el damnificado.

Durante este tiempo de pandemia y cuarentena se han visibilizado retrasos con consecuencias indeseables. Sigue habiendo retrasos escandalosos de ambulancias, tanto en CABA como en el Conurbano, muchas veces con resultados nefastos. Pero sabemos que esto viene pasando desde hace tiempo.

Consideramos que es necesario que en las villas y barrios populares del AMBA se corrijan estos errores. Estamos dispuestos a colaborar en este sentido. Muchas organizaciones sociales de nuestros barrios también.

Hay experiencias de unidades de traslado barriales. Son intentos en los que se busca la complementación con el servicio de emergencias médicas. Como en otras cosas, la comunidad se organiza para el bien del mismo barrio.

De allí queremos acercar una propuesta: En aquellas villas o barrios populares que muestran capacidad de organización para esto, el Estado puede proporcionar una unidad de traslado. No se trata de reemplazar el sistema oficial de emergencias médicas, pero sí de complementar el servicio estatal.

Algunas de nuestras parroquias y capillas u otras organizaciones pueden comprometerse a coordinar esto.

En cada barrio, de acuerdo con sus características, se puede ver cómo organizar este servicio. Esto podría favorecer la aceleración de ciertos traslados de personas con afecciones menores.

Por supuesto que las afecciones más complicadas (por ejemplo, un herido con lesiones severas) quedarían exclusivamente para el servicio de emergencia médica del Estado.

Estamos dispuestos a conversar en mesa de trabajo los detalles de esta propuesta. De esta manera, queremos ayudar para que mejore la presencia del Estado en nuestros barrios, articulando con la organización de la comunidad.

Con estos deseos y en actitud de diálogo, quedamos a disposición.

Que la Virgen en su advocación de Nuestra Señora de la Salud interceda por la vida digna de los vecinos de las villas y barrios populares y por una mejor integración socio-urbana.

24 de junio de 2020.

Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Capital y Provincia.

Fuente: Tiempo Argentino

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