“Hoy hemos llegado hasta la puerta de la Casa Rosada, pero sentimos que se abrió una puerta”. El mensaje esperanzador es de Argentina Quiroga, una de las diez representantes de 20 pueblos-naciones (Mapuche, Kolla, Wichi, Qom, Pigalá, Warpe, entre otros) que ayer entregaron en la Casa de Gobierno un petitorio con las conclusiones a las que llegaron en la cumbre nacional que se hizo en Formosa, pero además con la intención de que sean recibidos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que había estado en Tucumán en una serie de actos oficiales, pero que se encontraba en la Casa Rosada en el momento en que fue entregado el documento.

“Esta es la marcha de los pueblos indígenas, es la marcha de los que buscan renacer”, dijo Argentina Quiroga, del pueblo Warpe, y la portavoz principal del acto de ayer, porque Félix Díaz no pudo subir al avión que lo traía desde Formosa, porque quedó relegado en la lista de espera, algo que ayer generó sospechas entre sus compañeros. “Nosotros no queremos gobernar la Nación –continuó Quiroga–, sólo queremos nuestros territorios. Estamos de pie, para hacerle frente a las multinacionales”, concluyó Quiroga.

“El pedido de las tierras es respondido con muerte. Los reclamos no pueden costar vidas”, dijo Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Acompañaron el reclamo el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y políticos como Vilma Ripoll y Luis Zamora, entre otros.

Una delegación de representantes acampará hasta la tarde de hoy en Plaza de Mayo, a la espera de la respuesta del petitorio entregado, que entre los puntos principales destaca el reclamo por sus territorios, el fin de la política extractiva, y de los beneficios a los dueños de los agronegocios, y el cese de la criminalización de la protesta. La última reunión entre Cristina y los representantes de indígenas fue en mayo de 2010.

Fuente: Clarin