“No tengo ni tiempo de sentarme a tomar un par de mates”. El tono risueño de la frase de Belén Mosquera en diálogo con Clarín sintetiza el trote mediático en el que se vio envuelta esta chica de 22 años tras la difusión del video en el que discute con Juan Cabandié y que en los últimos días ni siquiera le permitió ayudar en la verdulería familiar.
El celular de Belén tampoco colabora mucho para que ella pueda sentarse a matear como Dios manda. Adentro de su casa de Villa Centenario de Lomas de Zamora la señal no es buena, así que su mamá, Sandra, la sigue hasta el jardín con la pava para cebarle mientras ella habla de su encuentro con el intendente Martín Insaurralde y de la chance de ser reincorporada al servicio en la Municipalidad. Ella espera que el regreso ya no se rija por un convenio de seis meses a cambio de 2.600 pesos de básico para ordenar el tránsito de Lomas, de lunes a viernes y de 8 a 14; y que se podía extender a $3.300 si hacía el combo dos o tres veces por semana de “productividad”.
En uno de esos operativos, que podían caer de madrugada, especialmente a la salida de boliche, o la tarde, descubrió en infracción a Cabandié. “Me gusta el trato con la gente.
Había días en los que te tocaba gente que tenía todo en orden y te mostraba mucho respeto; y también aquéllos a los les faltaba algún papel y que te decían que te iban a dar una piña”, explica Belén, quien llegó a ese puesto municipal con un currículum. Hoy su vida está cambiada, algo que al parecer- a su novio no le cayó en gracia y, por eso, pide no hablar del tema. “Los vecinos se acercan y me saludan, sí, pero ellos me conocen como la nena que a los 6 años les iba a comprar el pan”.
Fuente: Clarín