Después de casi una década de postergaciones, en los próximos días comenzarán los trabajos para construir el tercer carril en la autopista Buenos Aires-La Plata, en el tramo que recorre desde el kilómetro 12, Avellaneda, hasta el peaje de Hudson, en el kilómetro 30,14. La extensión de dos manos con nuevo carril tendrá 18,14 kilómetros.
Daniel Scioli firmó ayer el contrato con las empresas constructoras que ejecutarán, en un plazo de cuatro meses (con posibilidad de extenderlo 60 días más) una obra que intentará aliviar esta vía de acceso y egreso de la Ciudad que está colapsada por el flujo vehicular.
La demora en la concreción del tercer carril –y otros incumplimientos en los contratos– habían oportunamente derivado en la rescisión del contrato original con Coviares y en la virtual estatización de la concesión. Desde julio del año pasado, el corredor que conecta el sur del Gran Buenos Aires con el centro porteño está bajo el mando de Aubasa, una compañía mixta con capital mayoritario del Estado provincial.
Según informaron en el Ministerio de Infraestructura bonaerense, la inversión total será de $ 115 millones. Se realizará en dos tramos: desde el kilómetro 12 hasta el actual peaje de Quilmes, donde se construirá una “banquina resistente”, para un futuro cuarto carril, y desde ese punto hasta Hudson con banquina pavimentada simple. Los funcionarios explicaron que las tareas serán simultáneas y que prevén hacer trabajos en horarios de menor tránsito, incluso en horas de la noche.
De acuerdo con las estadísticas de la concesionaria, todos los días pasan 115 mil autos, camionetas y colectivos por las cabinas de Dock Sud. Y 76 mil atraviesan las barreras en Hudson.
El deterioro en esta vía de 54 kilómetros que vincula las capitales Federal y bonaerense derivó en un proceso judicial y en la posterior intervención del Gobierno. Hace casi dos años, un amparo solicitado por concejales platenses y legisladores provinciales suspendió un aumento de las tarifas. A fines de 2012, la Nación cedió la jurisdicción a Provincia y luego Scioli propuso la reestatización.
Aubasa tuvo que pagar 6 meses de sueldos atrasados y disponer de $ 100 millones para repavimentación, mejoras de banquinas, bacheos, iluminación y reparación de sistemas de seguridad vial.
También aplicó dos aumentos en los precios de los peajes. Uno en el momento de asumir el control y otro en diciembre del año pasado, que llevó el costo del servicio para los automóviles a $ 8, en horario pico, y $ 5 en la franja de menor uso. “La recaudación de los aumentos se destina a mejorar la red vial. Así está previsto en la ley que creó el fondo fiduciario para m ejora de rutas principales y secundarias en la provincia”, explicaron ayer en el ministerio que conduce Alejandro Arlía.
Fuente: Clarín