Desde mañana, si no lo impide la Justicia, comenzará a regir el aumento en los subtes porteños, cuando la tarifa pase de los $ 3,50 a $ 4,50, con la tarjeta SUBE o Monedero. Desde enero de 2012 –cuando el Gobierno de Mauricio Macri se hizo cargo de la gestión del subte– el boleto acumula un aumento del 309%. Pasó de $ 1,10 a $ 2,50 y luego a $ 3,50 en noviembre, para llegar ahora hasta los $4,50 ($ 5 sin SUBE).

Es una complicación para los vecinos de la Ciudad, porque las tarifas del transporte público se han disparado: el 2014 arrancó con un aumento del 66% en los colectivos y aunque los trenes siguen con el boleto a $ 1 (en la mayoría de los ramales y a $ 2 con SUBE), el servicio es muy deficiente y las frecuencias, inestables.

Con el nueva precio, desde mañana se incorpora una tarifa variable: pagará menos quien más use el subte. Claro que podrá sacarse el mayor provecho de una tarifa menor solo durante julio, septiembre y octubre, los meses con mayor cantidad de días hábiles.

Lo que podría llegar a frenar el aumento de mañana es un fallo judicial. A contra reloj, y con una decena de horas para que comience a regir el incremento, la jueza María Elena Liberatori tendría que decidir sobre los dos amparos que presentaron dos legisladores porteños y que, ya unificados, tramitan en el Juzgado N°4 en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires.

“Si la jueza cumpliera con los tiempos procesales, debería fallar antes de que comience a regir el nuevo aumento”, explicó el legislador Alejandro Bodart (MST). “Nosotros hemos realizado un estudio de costos del subte muy diferente al del Gobierno porteño. El nuestro está avalado por la Auditoria de la Ciudad y el de Macri, no. Con los subsidios actuales, el boleto podría costar $ 1,50. Lo que le explicamos a la jueza, y que avalamos con documentación, es que si se mantienen estos subsidios (que además la gestión macrista aumentó), lo que hacen es garantizarle ganancias extraordinarias a la empresa Metrovías”, opinó Bodart. Con un amparo anterior, Bodart frenó un aumento durante ocho meses (el que llevó la tarifa de $ 2,50 a $ 3,50).

“La Ley General de Presupuesto para el período 2014 (que se votó en diciembre) destina $ 934 millones en conceptos de subsidios para una tarifa de $ 3,50. Lo mismo sucede con las inversiones en obras de extensión de la red y en la compra de vagones, que tienen asignados un presupuesto de $ 1.153 millones. Todo esto fue solicitado específicamente por el PRO en la Legislatura. Sin embargo, en menos de un mes cambiaron de argumento y dispusieron el aumento, que afecta a la masa trabajadora”, dijo a Clarín el legislador Gustavo Vera (Verde Alameda), quien interpuso el segundo amparo junto Pablo Bergel (también de Verde Alameda) y Facundo Di Filippo (ex legislador).

Ayer desde Sbase (la empresa de la Ciudad que construye la extensión de la red) declinaron la invitación de este diario para opinar sobre los aumentos. El martes, el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, opinó que no se trata de un aumento sino de un ajuste inflacionario: “Los costos del subte están reflejando la inflación que tenemos, todas las cosas que usa son importadas y además está el aumento de salarios. Lamentablemente no hay otra alternativa”, explicó.

Si bien la Ciudad prometió descuentos en la tarifas para quienes más usaran el servicio, estos beneficios solo podrán aplicarse durante tres meses de 2014: julio, septiembre y octubre. El motivo es que la tarifa promedio de $3,83 (en vez de los $4,50) regirá solo para los usuarios que realicen 44 viajes por mes.

Pero solo tres meses contarán con los 22 días hábiles necesarios para llegar a esa cantidad. Por otro lado, según reveló el estudio con el que Vera inició la acción de amparo, “desde 2011 bajó un 19% la cantidad de usuarios del subte y el 54% de la gente no viaja con tanta frecuencia como para sacar provecho de los descuentos que prometió la Ciudad”.

Fuente: Clarín