Una muerte súbita cada veinte minutos

La muerte súbita es el fallecimiento natural, de causa cardiovascular, que se produce con un corto intervalo desde el inicio de los síntomas desencadenantes –habitualmente menor de una hora– o que acontece durante el sueño, según el consenso de la Sociedad Argentina de Cardiología. Es “súbita” porque la muerte aparece de improviso, sin mayores advertencias y, por supuesto, en personas que no estaban siendo atendidas en hospitales o clínicas, sino que se encontraban caminando por la calle o en sus hogares, como el caso de Jorge Ibáñez. En el país, se estima que ocurren unas 30 mil muertes súbitas por año; es decir, una cada veinte minutos, según datos de la Fundación Cardiológica Argentina sobre la base de estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación.

Las causas más frecuentes de muerte súbita son las cardiopatías. De hecho, la autopsia realizada al cuerpo del famoso diseñador de moda a última hora del viernes confirmó que padecía una cardiopatía hipertrófica dilatada, una enfermedad del músculo del corazón que se caracteriza por el aumento del grosor de sus paredes (hipertrofia). En el mundo, se da un caso cada 500 personas. Aunque la prevalencia es baja, este tipo de muertes impacta fuertemente ya que afecta a personas jóvenes y aparentemente sanas.

“La cardiopatía hipertrófica es un problema del músculo cardíaco que tiene dos formas: una hereditaria y otra adquirida. La genética se caracteriza por manifestarse en jóvenes con antecedente familiar de muerte súbita. En cambio, la adquirida tiene que ver con la hipertensión arterial de larga data”, explicó a PERFIL Alberto Alves de Lima, director del Departamento de Docencia e Investigación del Instituto Cardiovascular Buenos Aires.

Prevención. “A través del examen clínico, el electrocardiograma y una ecografía es posible identificar a gran parte de las personas que tienen este problema, aunque puede haber un subgrupo que tenga un curso asintomático, lo que hace que sea difícil de detectar”, sostuvo Alves de Lima. El especialista recomendó realizarse un chequeo cardiovascular anual a partir de los 40 años, sobre todo en personas con factores de riesgo, como tabaquismo, hipertensión y obesidad, y antes de esa edad si existen antecedentes familiares de muerte súbita.

“La muerte súbita es más grave que el infarto agudo de miocardio, y de hecho, uno de cada cuatro infartos debuta (se presenta) como muerte súbita. En la población general, la mayoría de las personas que mueren por esta causa no tiene ningún factor de riesgo especial, ningún síntoma que preanuncie esta situación. Prevenirla es difícil, por eso lo más importante es cómo actuar ante ella. En síntesis, lo primero es promover medidas para su prevención, corrigiendo los factores de riesgo cardiovascular (colesterol alto, tabaquismo, sobrepeso, hipertensión arterial, sedentarismo), y lo segundo es tratar a la víctima”, indicó Alejandro Cherro, miembro del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas.

El experto señaló que sin medidas de contención, sobreviven a este evento apenas 5 a 6% de las víctimas, en tanto que con intervenciones precisas y en tiempos óptimos es posible salvar hasta el 75% de los pacientes. Por ello, es importante crear Programas de Cardioprotección, que constan de personas capacitadas para realizar maniobras de RCP; el uso de un desfibrilador, así como facilidades para trasladar al paciente a un hospital.

Fuente: Perfil

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