En la Ciudad se generan 6.000 toneladas de basura por día, pero sólo se recuperan 1.000 de los residuos domiciliarios. Sin embargo, muy de a poco, se está dando un cambio de conciencia. Y cada vez más vecinos se acercan a los 32 puntos verdes para entregar sus residuos reciclables. En el primer semestre del año se recolectaron 491.039 kilos de materiales, lo que representa el 60% de lo que se reunió desde que comenzó el sistema, en junio de 2014. Es apenas un granito de arena, pero marca una tendencia.
Los puntos verdes son administrados por el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño y la Agencia de Protección Ambiental (Apra). El primero fue uno móvil que entre octubre de 2012 y diciembre de 2013 fue rotando por distintos lugares para testear donde convenía ubicar los definitivos. El programa propiamente dicho comenzó hace un año y desde entonces se recolectaron 825.906 kilos de materiales reciclables.
Hoy, además del móvil, hay 32 Puntos Verdes en plazas y parques de distintos barrios. Reciben vidrio, plástico, metal, papel, cartón, tetra brick y telgopor. En los de Parque Centenario y la Plaza Arenales de Devoto, también se pueden entregar pequeños electrodomésticos y aparatos electrónicos en desuso.
Según el Apra, la mayor parte de los materiales recuperados en los Puntos Verdes fueron papel y cartón (165.490 kilos), vidrio (120.290 kilos) y plásticos (71.749 kilos). El mes récord fue mayo pasado: más de 23.700 personas dejaron 94.321 kilos de materiales. Es notable cómo aumentó la colaboración de la gente. En el Punto de Parque Centenario, que fue uno de los primeros, en julio de 2014 entregaron 763 kilos de materiales y en julio de este año, 5.876 kilos.
“Los Puntos Verdes forman parte del sistema de gestión de residuos de la Ciudad, que está orientado a promover la separación en origen –dice Juan Carlos Villalonga, titular del Apra–. Son un complemento de la doble contenerización que está haciendo el Gobierno porteño y parte de un plan más amplio destinado al cumplimiento de la Ley Basura Cero. La participación vecinal indica que estos puntos de recepción son útiles y prácticos”.
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“Desde hace un tiempo separo lo que me parece reciclable y lo traigo al Punto Verde. Lo hago porque me gusta cuidar el medio ambiente”, comenta Camila González, una estudiante de dirección de Cine de 20 años, mientras entrega una bolsa con botellas de vidrio, papeles y envoltorios varios en el puesto de Plaza Colombia, en Barracas.
En un sábado o domingo, que es cuando más gente va, este centro de recepción ubicado en Montes de Oca y Brandsen recupera hasta 140 kilos de papel, 15 de metal, 150 de vidrio, 120 de plásticos y 8 de tetra brick. Al cabo de cada jornada, pasa el camión de la cooperativa El Trébol para llevarse los materiales. “Al principio, como mucho venían 30 personas por día, pero ahora no bajan de 60 –cuenta Maximiliano Romano, a cargo de este Punto Verde–. Antes desconocían qué materiales se pueden recuperar, pero de a poco los empezamos a asesorar, la bola se fue corriendo y empezó a venir más gente”
Por su ubicación en el corazón de los barrios, los Puntos Verdes son un referente para que los vecinos consulten sus dudas sobre reciclaje. “Nosotros se las respondemos y les pedimos que traigan los materiales limpios y secos. Por ejemplo, hay que enjuagar las botellas de vino o de cerveza o los potes de yogur”, subraya Romano.
Hay padres que van con sus chicos y les piden a ellos que entreguen los residuos reciclables, para que aprendan la importancia de separar la basura. Y hay habituás que van con su tacho verde, para vaciarlo y volvérselo a llevar. Los empleados del Punto Verde compactan los materiales y los ponen en el contenedor adecuado.
Según el Ministerio de Ambiente porteño, en los últimos dos años se redujo casi un 50% la cantidad de residuos que se mandan a enterrar. De las 6.000 toneladas que se generan por día, 480 son recuperadas a través de 12 Cooperativas de Recuperadores Urbanos y de 8 Centros Verdes. Otras 500 se recuperan en la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico de la Ceamse en José León Suárez; 1.900 en la planta de áridos de la Ciudad, y 40 en la de Residuos Forestales.
“Antes tiraba la basura toda junta, pero desde que tengo más información me da culpa mezclar un envase plástico o de vidrio con restos de comida –confiesa Fernanda Giménez, vecina de Villa Devoto–. Ahora sé que se pueden recuperar y así se contamina menos el medio ambiente. Por eso, en la semana junto todo lo reciclable en una bolsa y el sábado lo llevo al Punto Verde. No me cuesta nada y hago una pequeña diferencia”.
Fuente: Clarín
