A doce días de iniciar su gobierno interino, el presidente provisorio Michel Temer enfrenta su primer gran escándalo. Amenaza a uno de sus ministros clave: Romero Jucá, jefe actual de la cartera de Planificación, el hombre encargado de dirigir el proceso de privatización que pretende encarar Temer. En una conversación, ocurrida en marzo último, el funcionario sostuvo que el “cambio” en el gobierno federal fue “un pacto para estancar la sangría” que provocó las investigaciones del juez Sergio Moro, por las coimas de Petrobras.

Los aliados del gobierno de Temer como el PSDB ya pidieron en el marco del Senado el alejamiento de Jucá.

El diario Folha de Sao Paulo publicó los diálogos, grabados de forma oculta, entre el político y un ex presidente de una empresa estatal brasileña. Esa conversación ocurrió apenas un par de semanas antes de que fuera votado, en la Cámara de Diputados, el impeachment contra Dilma Rousseff.

Estos diálogos están ahora en poder del procurador general Rodrigo Janot. En la conversación, el ex presidente Transpetro, Sergio Machado, revela que Janot pretende investigar sus cuentas por la sospecha fuerte de existencia de coimas cobradas por el ex funcionario. Allí, le dice entonces a Jucá que se ocupe de defenderlo porque si no lo protegen “se jodió todo el mundo”.

El ministro responde que sería “necesaria una respuesta política para evitar que el caso caiga en las manos de Sergio Moro. Hay que resolver esa m…. Hay que cambiar el gobierno y estancar esa sangría”.

Se refería al caso conocido como “petrolao” o “Lava Jato”, que investiga las coimas en la petrolera estatal brasileña.

Esta situación podrá provocar incertidumbre en los inversores a los que Jucá pretende seducir para que se animen a apostar en las estatales, entre ellas la que maneja los aeropuertos (Infraero), que serán concesionadas.

Fuente: Clarín