Acuerdo con las FARC: Con el plebiscito del domingo podría llegar la paz a Colombia

El acuerdo de paz firmado entre el gobierno de Colombia y las FARC será refrendado por el plebiscito del domingo, según todas las encuestas, aún cuando el proceso de concentración de los guerrilleros en 27 aldeas (veredales) para la entrega de las armas en 180 días genera el temor de que grupos criminales ocupen los territorios antes dominados por los insurgentes.

Una encuesta de la firma Ipsos Napoleón Franco señala que el 66 por ciento de los colombianos votará por el Sí, frente a un 34 por ciento que rechaza el acuerdo de paz. El sondeo, publicado por la revista Semana, la estación de radio La Fm, RCN Radio y RCN Televisión, fue hecho entre el 21 y el 25 de septiembre y muestra una caída de seis puntos porcentuales para el Sí y un aumento de la misma proporción para el No frente a una encuesta publicada hace dos semanas.

En tanto, un estudio de la firma Cifras y Conceptos señala que el 62 por ciento de los colombianos votaría por la refrendación del acuerdo y que el 38 por ciento sufragaría por el No. Según el estudio, hecho a solicitud de la cadena de radio Caracol y el informativo de televisión Red+Noticias, solamente el 37 por ciento de las personas habilitadas para votar (cerca de nueve millones) acudirá el domingo a las urnas. El padrón electoral tiene 35 millones de potenciales votantes. La encuesta fue realizada el 25 y el 26 de septiembre y tiene una confiabilidad del 95 por ciento, según Cifras y Conceptos.

Asimismo, un sondeo de Datexco Company indica que el 55 por ciento votaría por el Sí y un 36,6 por el No. Ese estudio, hecho a pedido del diario El Tiempo y la estación W Radio, indica que el 67,1 por ciento de los interrogados dijo estar dispuesto a participar en el plebiscito. El periódico señaló que la encuesta es “significativa”, pues fue realizada en parte en la noche de este lunes, después de la ceremonia de la firma del acuerdo en Cartagena de Indias.

El acuerdo fue suscrito al frente de más de 2000 invitados, entre ellos 14 jefes de Estado, por el presidente Juan Manuel Santos y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño.

Desde que las partes anunciaron que habían llegado a un pleno acuerdo de paz, el 24 de agosto, el gobierno desplegó una intensa campaña a favor de la refrendación del pacto, cuyo texto tiene 297 páginas. En esa campaña, la coalición gobernante de centro-derecha Unidad Nacional cuenta con la ayuda de la oposición de izquierda y de varios partidos independientes.

La única formación política que hace campaña para que el acuerdo sea rechazado es el Centro Democrático, partido de derecha radical dirigido por el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe. Los “uribistas” argumentan que se debe votar por el No porque Santos “le entregó el país a las FARC” y para evitar que Colombia se transforme en “castro-chavista”, en referencia a los modelos de Cuba y Venezuela.

Tanto el gobierno como las FARC afirman que si el No triunfa en el plebiscito el acuerdo no se podrá implementar e irremediablemente el conflicto armado continuará.

Santos, por su parte, volvió a celebrar la situación del país, en un mensaje en Twitter en el que destacó: “La paz germina ya con el poder de salvar vidas y vivir sin miedo. Abramos nuestras mentes y corazones a la nueva era que se inicia para Colombia”.

Si el acuerdo es refrendado en el plebiscito, los 8000 miembros de las FARC se concentrarán en 27 sectores específicos durante medio año, tiempo durante el cual entregarán las armas a las Naciones Unidas en fases ya establecidas. Pero existe el temor de que bandas de narcotraficantes, como “La Empresa”, “La Nueva Gente” y “Gente del Orden”, controlen los territorios que dejarán libres las Farc, aunque el gobierno, que reconoce ese riesgo, dice poder controlarlo.

Notas de inteligencia avaladas por la Fiscalía indican que esos grupos, dedicados al narcotráfico, la extorsión, el asesinato y otras prácticas criminales, ya comenzaron a desplazar a sus hombres a determinadas zonas del país. “En (los departamentos de) Nariño, Cauca, Norte de Santander, Chocó, Meta y Guaviare han aparecido nuevas caras intentando apropiarse de las viejas prácticas criminales”, advierte el informe publicado por el diario El Tiempo. En Tumaco (Nariño), el municipio colombiano con más cultivos de coca (al menos 17.000 hectáreas), se ha registrado casi una decena de asesinatos selectivos en las últimas semanas, que el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, vincula con represalias del narcotráfico, agrega.

En Cauca, donde además de coca (base de la cocaína) hay cultivos de marihuana y amapola, han sido vistos supuestos emisarios de la temida banda “Clan del Golfo”, en busca de contactos. Igual sucede en otras zonas con actividades criminales, como la minería ilegal.

La posibilidad de que las llamadas “bacrim” (bandas criminales) y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional pasen a dominar territorios que durante décadas fueron controlados por las FARC es uno de los temas que genera preocupación.

“Estamos encima de ese problema porque sabemos que es uno de los grandes retos”, dijo Santos recientemente. Palabras parecidas han tenido los comandantes del Ejército, Alberto Mejía, y de la Policía, Jorge Hernando Nieto.

Las FARC, tras 52 años de guerra, tienen fuerte influencia en varias zonas y en algunos casos han sido una contención para las “bacrim”, nacidas en gran parte de paramilitares ultraderechistas que abandonaron su rol político para asumir la delincuencia común.

Fuente: Página 12

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