La familia se compone de aquellos vínculos cercanos con los que soles interactuar cotidianamente. Pueden ser tus hijos, pareja, padres, hermanos, hasta tíos. Siempre que convivan en un mismo espacio tres o más personas, se hace muy necesario desarrollar ciertos hábitos y pautas de interacción que contribuyan al equilibrio.
Estos son los siete hábitos efectivos que toda familia precisa cultivar afín de experimentar equilibrio y armonía en su vida. Asumir el liderazgo en la vida familiar es una de las mejores inversiones que podés realizar por vos misma y tus seres queridos.
Cuando no desarrollamos ni ponemos cuidado en sostener ciertos hábitos efectivos psico-emocionales dentro del ámbito familiar, podemos experimentar diversas consecuencias negativas tales como discusiones, peleas, conflictos, distancia, frialdad emocional y otras yerbas amargas. Todas estas consecuencias negativas citadas generan desequilibrio y afectan tu salud y la de tus seres queridos. Lamentablemente hasta puede incidir en que algún miembro desarrolle un trastorno de conducta psico – emocional o bien psicosomático.
Por otro lado la familia es, en el 90% de los casos, el bastión que nos aporta apoyo, contención y solidez, por ende es necesario asumir una actitud de liderazgo y procurar cultivar una serie de hábitos efectivos. Llegado a este punto, ¿cuáles son los hábitos que contribuyen a generar familias equilibradas? A continuación, te presento una lista de los siete hábitos efectivos que toda familia equilibrada desarrolla:
* “Comunicar de manera asertiva”
La asertividad es la capacidad de expresar lo que sentimos y pensamos en forma adecuada, clara y adulta. Esto promueve una comunicación altamente equilibrante en nuestra familia, ya que las cosas que nos desagradan o que consideramos injustas, son expresadas en forma directa y sincera. Comunicarte en forma asertiva significa que no caes en la agresividad ni en la sumisión, simplemente comunicás lo que pensás y sentís.
* “Asumir responsabilidades en el hogar”
Cuando compartimos el hogar con otras personas, es fundamental crear una división de tareas que sea justa y equitativa con los demás, de otra manera se genera confusión, resentimiento y sensación de injusticia. Es importante que asumas una actitud de liderazgo y procures que todos los que comparten tu hogar ayuden a mantenerlo limpio, cuidado y ordenado ya que esto genera armonía y equilibrio interno.
* “Expresar nuestro amor”
Cuando expresamos nuestro amor verbal y corporalmente, contribuimos a que circule una energía que pacifica que armoniza nuestras relaciones. Permitirte pronunciar más a menudo “Te quiero”, “Te amo”, o simplemente besar y abrazar a tus padres, hermanos o hijos. Es un acto tremendamente beneficioso y curativo.
* “Estimular el crecimiento familiar”
No hay nada más potente y nutritivo que apoyar a nuestros seres queridos para que desarrollen un camino de crecimiento personal y espiritual en sus vidas. La mayor bendición en una familia es que exista un apoyo y aliento para que cada uno pueda desarrollar su propio camino y potencial.
* “Compartir experiencias lúdicas”
Compartir es un acto muy terapéutico para una familia. Compartir experiencias lúdicas significa generar encuentros donde la familia comparte actividades recreativas, como ver una película, jugar a diversos juegos, salir a pasear, bailar, etc. De lo que se trata es de crear oportunidades para compartir algo que enriquezca a todos y aumente el placer de estar juntos.
* “Celebrar”
Una actitud celebrativa en la vida es el mejor regalo que una persona puede brindar a sus seres queridos. Celebrar significa abrirte al placer de bailar y festejar tanto en ocasiones formales (cumpleaños, aniversarios, etc) como en informales (una buena nota de un hijo, etc.). Celebrar genera personas vitales y felices que se abren a la pasión de vivir y lo expresan corporalmente.
* “Cuidar nuestro hogar”
Cuidar de nuestro hogar nos permite recrear una atmósfera cálida, vital y próspera para equilibrarnos, sentirnos contenidos y a gusto para descansar y renovarnos. Cuidar de tu hogar significa mantenerlo limpio, bello, acogedor y con detalles que hagan que te sientas confortable y en paz.
Fuente: Entre Mujeres