El Gobierno de María Eugenia Vidal retomó esta tarde en La Plata la pulseada con los gremios docentes bonaerenses -una suerte de prueba piloto para buena parte de las provincias-, en un intento de espantar la amenaza cierta de paros en el retorno a clases del 6 de marzo. Sin embargo, la amplia brecha entre las partes augura un nuevo revés en la negociación.

En la reunión del 6 de febrero hubo un rechazo del Frente Gremial (SUTEBA, FEB, UDA, SADOP y AMET) y de UDOCBA a su oferta de suba del 18%, en 4 cuotas de 4,5% (enero, abril, julio y octubre), con cláusula gatillo para ajustar, de ser necesario, por la inflación del INDEC. Hoy insistirá con esa estrategia.

Pero la brecha es grande, frente a un reclamo sindical de subas del orden del 35%, para recuperar -sostienen- la pérdida de poder adquisitivo de 10 puntos de 2016.

En paralelo, a la misma hora las miradas se dirigirán además a la Ciudad de Buenos Aires, donde otra figura de Cambiemos, el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, disparará el round con los maestros locales. Los tiempos urgen: restan sólo cinco días hábiles para el amenazado regreso a las aulas en todo el país.

En tanto, el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, advirtió que “si no hay paritaria nacional (docente) habrá conflicto”, horas antes de comenzar el congreso de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera). “Hoy hay un congreso de Ctera donde se hablará del tema”, apuntó en declaraciones a radio La Red.

Fuente: Ámbito Financiero