“La cifra de 871 niños no solamente es alarmante por la cantidad total sino porque se ha multiplicado casi en un 50% en estos últimos dos años en relación al Primer Censo Popular de Personas en Situación de Calle, mientras las políticas públicas destinadas a asistir a esta población han sido recortadas drásticamente”.
Personal del Centro de Día y Noche La Boquita y del Centro de Atención Integral a la Niñez y la Adolescencia (CAINA) emitieron un duro comunicado para advertir que por estos días hay 871 niños y adolescentes en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires, pero que apenas hay entre 45 y 70 camas disponibles para esos chicos y chicas, según se desprende de los datos preliminares del Segundo Censo Popular de Personas en Situación de Calle.
“Durante todo el año desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat sólo se garantizan 45 camas para los niños, niñas y adolescentes en situación de calle, viéndose aumentadas a 70 camas en el denominado Operativo Frío en el invierno, cifra que no cubre ni el 10% de los niños, niñas y adolescentes en calle”, señalaron los trabajadores en un comunicado titulado “Operativo Ajuste en CABA”, que se basó en la información aportada por el relevamiento llevado adelante por organismos como el Ministerio Público de la Defensa, el CELS, la Auditoría General de CABA, la Defensoría del Pueblo de CABA y diversas organizaciones sociales.
“La cifra de 871 niños no solamente es alarmante por la cantidad total sino porque se ha multiplicado casi en un 50% en estos últimos dos años en relación al Primer Censo Popular de Personas en Situación de Calle, mientras las políticas públicas destinadas a asistir a esta población han sido recortadas drásticamente”, alertaron.
Tal como consignó el periódico cooperativo Tiempo Argentino, trabajadores y trabajadoras también denunciaron que las instituciones que trabajan con este sector de la población vulnerable tienen carencias edilicias y de infraestructura “para satisfacer las condiciones de seguridad y abrigo requeridas para garantizar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, trabajadores y trabajadoras”.
Además, recordaron que en el año 2010 el llamado “Operativo Frío”, impulsado por el gobierno como modalidad de paliar la situación de las personas en calle, implicaba un refuerzo de personal durante los meses del invierno en los diferentes programas e instituciones que trabajan con la población afectada. Y se agregaba un plus salarial para los trabajadores de los diferentes dispositivos que representaba el %15 de la remuneración mensual. Sin embargo, esos ‘beneficios’ hoy no existen.
Los denunciantes plantearon que la problemática se pronuncia aún más ya que el “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires niega las cifras reales de la población en situación de calle y ha reducido de manera drástica los recursos destinados a asistir a la misma, siendo los más afectados los derechos básicos de los niños”, y advirtieron que se trata de un colectivo que está expuesto a “las múltiples violencias, entre ellas la policial que cada día se recrudece más, las redes de explotación sexual y las redes de narcotráfico”.
En ese sentido, desde La Boquita y el CAINA destacaron que “se acrecentaron los casos de violencia institucional por parte de la Policía de la Ciudad, que no sólo los criminaliza, sino que también lleva adelante prácticas sistemáticas y vejatorias que atentan contra la integridad de los niños y adolescentes, violando Derechos Humanos básicos”.
Los trabajadores denunciaron a su vez un desmantelamiento del programa Buenos Aires Presente (BAP), creado para dar un abordaje territorial a la problemática de personas en situación de calle. Según sostuvieron cada vez hay menos unidades móviles y recursos humanos, subrayando que faltan vacantes en espacios convivenciales. “Hay una precarización crónica y generalizada hacia los y las trabajadoras que se abocan a la difícil tarea de restituir, promover y garantizar derechos básicos a la población en situación de calle”, agregaron desde LA Boquita y el CAINA y precisaron: “se suma que más del 70% de los y las trabajadoras están con salarios muy por debajo de la línea de pobreza”.
Fuente: Nueva Ciudad