El parate en abril- el mes pleno de la cuarentena-, donde sólo estuvo activa el 43% de la economía total del país y la actividad económica se derrumbó un 26,4% registrando un valor nunca visto en toda la historia del país, provocó una brutal pérdida del empleo registrado, el de mayor calidad: llegó a los niveles observados en 2002, la peor crisis social y económica sufrida por el país hasta el momento.

De acuerdo al reporte SIPA que publicó este viernes por la noche el Ministerio de Trabajo, en abril de este año se registraron 186 mil trabajadores registrados menos en relación a marzo, lo que equivale a una caída del -1,6%. La última merma más pronunciada se había dado en el segundo semestre de 2002.

Por segmentos, la cantidad de asalariados del sector privado se redujo en 128 mil (-2,2%), una situación que no se veía en esa magnitud desde 2002, publicó la cartera laboral. Otra de las categorías que explicaron la brutal caída fueron los monotributistas, que en abril hubo 32,2 mil menos (-2%). En tanto, la cantidades de trabajadores autónomos (-10,1 mil, -2,6%) y de asalariados de casas particulares (-10,4 mil, -2,1%) mostraron caídas similares, resalta el informe de la cartera laboral.

Por su parte, el empleo asalariado del sector público y el monotributo social disminuyeron en menor medida. En tanto, si se compara con abril de 2019, la pérdida del empleo registrado fue del 3%, es decir, se perdieron en un año 364 mil puestos de trabajo registrados.

Si el ocular reposa en los sectores, en abril de este año todos los rubros registraron mermas del empleo. Las caídas más pronunciadas se dieron en construcción (-4,6%); hoteles y restaurantes (-1,7%); servicios sociales (-1,4%); transporte y servicios empresariales (-1,9%); enseñanza (-1,8%) y en el comercio (-1,3%)..

“Frente a la inédita contracción de la actividad económica que tuvo lugar en abril, el empleo formal en el sector privado tuvo una caída significativa y también previsible. Sin embargo, a pesar de la dimensión de la crisis, las políticas públicas destinadas a mitigar el impacto de la pandemia sobre el trabajo están teniendo efectos positivos observables”, sostiene Matías Maito del Centro de Capacitación y Estudios del Trabajo y Desarrollo (Cetyd) en diálogo con minutouno.com.

De acuerdo a Maito, mientras en 2002 el empleo había caído 0,9 puntos por cada punto de caída de la actividad económica, durante esta crisis el empleo cayó 0,2 puntos por cada punto de disminución de la actividad económica (relación similar a la del año 2009).

¿Y en mayo y junio? Un informe del Cetyd estima que el empleo formal habría moderado su caída en esos dos meses. Por caso, “el 38% del total del empleo registrado se localiza en provincias que en junio tuvieron una caída menor al 20% de la movilidad hacia los puestos de trabajo (respecto de principios de año)”, señala el estudio.

A su vez, las consultoras privadas estimaron este viernes que la economía tenderá a recuperarse a partir de julio.

SUSPENSIONES

El reporte de SIPA también da cuenta de las suspensiones. La tasa en mayo de este año se ubicó en el 8,8% cada 100 trabajadores, lo que muestra el nivel más alto de la serie que mide el Ministerio de Trabajo. A nivel de empresa también se registra un valor elevado, el 17% de las compañías aplicaron suspensiones, más que duplicando los valores históricos.

En este contexto, la Unión Industrial Argentina (UIA) le pidió al Gobierno que extienda hasta fin de año el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que asiste al sector privado con hasta dos salarios mínimos por cada empleado, fortalecer el seguro de desempleo y reactivar los Repro para las empresas en quiebra.

En un documento, la UIA planteó la necesidad de “la continuidad de ATP hasta fin de año para empresas con fuerte caída de ventas o trabajadores licenciados”, que contemple la inclusión de organizaciones de todos los tamaños.

Asimismo, consideró necesario el seguro de desempleo para “apoyar la transición de trabajadores a nuevas formas de trabajo” y propuso una “jubilación anticipada voluntaria” para personas que se encuentran cerca de la edad jubilatoria.

La UIA pidió además “evitar la quiebra masiva de empresas” por la alteración de la cadena de pagos y “eludir el colapso del sistema económico y del sistema jurídico” y sugiere la creación de un programa “Repro simplificado para empresas en procedimiento de crisis”.

La entidad fabril, por otra parte, recomendó “no agregar nuevos impuestos nacionales, provinciales o municipales que afecten la inversión y el empleo”.

CAÍDA DEL PBI

EL mercado empeoró su pronóstico de desplome del PBI. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central (BCRA) en junio, la contracción esperada ahora es del 12%, cuando en mayo se había ubicado en torno al 9,4%. La cifra supera el 9,9% estimado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A pesar de este pronóstico demoledor, el BCRA aclaró que las consultoras que participan del REM proyectan una expansión de la actividad a partir del tercer trimestre, “lo que denota que el efecto de la pandemia se percibe como transitorio”.

Estimaron que el derrumbe de la actividad durante el período abril-junio fue del 16,5% respecto a enero-marzo, pero avizoran un repunte trimestral superior al 6% para los últimos dos trimestres del año.

Además, esperan que el PBI rebote un 5% en 2021 (0,5 puntos por encima de las expectativas de mayo) y crezca en torno al 2% en 2022.

INFLACIÓN

Las consultoras calcularon que la inflación anual este año será del 40,7%, 2,6 puntos por debajo de la registrada en el relevamiento de mayo.

Fuente: Minuto Uno