FMI (II): Gobierno sumó apoyo de sindicatos y multinacionales

La fecha límite de marzo se acerca y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional se aceleran. El Gobierno busca cumplir con uno de los pedidos explícitos del organismo: mostrar un contundente y multisectorial consenso interno. Ayer, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y un grupo de altos funcionarios se reunieron con directivos de empresas multinacionales de peso en el país y dirigentes de la CGT. Tanto los sindicatos como los representantes de las firmas respaldaron la postura Argentina que busca lograr la convergencia fiscal con un programa de crecimiento económico. También se mostraron dispuestos a realizar acciones que tiendan a ordenar las expectativas inflacionarias.

Los hombres y mujeres de negocios que participaron del almuerzo que se desarrolló en la terraza del Palacio de Hacienda fueron Antonio Aracre, de Syngenta, Laura Barnator, de Unilever, Daniel Herrero, de Toyota y Verónica Marcelo de Aceitera General Deheza. En este marco, se hizo explícito el apoyo de las firmas a la intención del Ejecutivo de alcanzar un acuerdo con el FMI en el primer trimestre.

Guzmán, que estuvo acompañado de sus pares de Agricultura, Julián Domínguez, de Salud, Carla Vizotti, y de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, volvió a remarcar que la principal dificultad para sellar la negociación es el sendero de convergencia fiscal. “El Fondo está muy duro en este aspecto porque cree que el déficit cero se va a alcanzar vía ajuste y no por el camino del crecimiento, como plantea el Gobierno”, explicó a Ámbito uno de los participantes del encuentro. La misma fuente del sector privado sostuvo que por parte de los presentes hubo acompañamiento a la mirada que tiene el Ministro sobre este tema. “Nadie planteó nada en contrario”, agregó.

Para las empresas, es de suma importancia que el acuerdo se concrete. Consideran que podría colaborar a la estabilidad de la macroeconomía, a conservar el valor de sus activos y a mejorar el flujo de financiamiento internacional. En ese sentido, los directivos de las firmas se fueron con la seguridad de que no habrá default. “Ese escenario ni se mencionó”, remarcaron.

En la revisión que hizo el Fondo del programa firmado en el 2018, el organismo reconoció que “las políticas de coordinación de precios e ingresos hubieran ayudado a fijar expectativas en torno a una menor tasa de inflación”. Este es otro de los puntos que se abordó ayer, aprovechando la representación de la CGT que estuvo a cargo de Héctor Daer, de Sanidad, Jorge Sola, del gremio de los seguros, Andrés Rodríguez, estatales, y Antonio Caló, metalúrgicos.

La intención del Gobierno es mediar para anclar las expectativas, que los empresarios no realicen aumentos de manera anticipada “para cubrirse” y que los sindicatos no basen sus planteos iniciales de aumentos salariales en una perspectiva inflacionaria demasiado alejada al escenario planteado por el gabinete económico para el 2022. En caso de que la escalada sea mayor a la esperada, se podrían reabrir las paritarias tal como se hizo durante el año pasado, sostienen.

Fuente: Ambito

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