China y Brasil: qué implicaría romper con dos socios claves para la economía argentina

El candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, propuso romper relaciones bilaterales con China y Brasil a lo largo de la campaña. El impacto de cancelar negocios con los principales socios comerciales de Argentina puede desembocar en la pérdida de miles de puestos de trabajo y miles de millones de dólares. Tanto el libertario como la candidata a presidenta Patricia Bullrich se manifestaron en contra de integrar el bloque de los BRICS.

Milei afirmó que si es electo no hará “negocios con ningún comunista”, entre quienes enumeró a China, Rusia y Brasil, y el ministro de Economía y candidato Sergio Massa lo cuestionó. Más allá de las palabras, las consecuencias de una decisión diplomática de este calibre tiene implicancias muy serias sobre las cadenas productivas del país. 

De la carne al arroz y los autos

“Entre Brasil y China es el 35% de nuestro comercio exterior y hay que comprender lo que significan estas propuestas. Los automotrices de Córdoba no venderán a Brasil, a los arroceros de corrientes también se les cerrará. Los frigoríficos y agroexportadores del puerto de Rosario perderán la mitad de sus ventas y esos trabajadores van a perder. Argentina tiene un swap, si rompés, el swap cae y tenés que devolver la plata”, explicó Massa durante un acto en la última semana de las elecciones 2023.

Fuentes de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes señalaron a este medio: “Nadie piensa en que este loco pueda suspender el 70, 80% del negocio de la carne para fundir una industria. Se supone que no será tan ingenuo o esperamos eso. A priori consideramos que no se va a animar”. En China ya recogieron el guante.

El embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, aseguró que la propuesta de Milei de no hacer negocios con China generaría “la pérdida de millones de puestos de trabajo argentinos”. Interrumpir relaciones con los principales socios comerciales “puede llevar a una triple implosión productiva, social y financiera”.

Explicó que la consecuencia productiva “es porque China explica más del 90% de las exportaciones de soja, ocho de cada diez kilos de carne exportadas en agosto de este año y aproximadamente el 60% de mariscos, cebada, sorgo y carne de ave”. La derivación social “es porque si rompemos con China solamente en el sector de la carne podríamos perder un millón de puestos de trabajo”, y financiera, porque “gracias al swap con China pudimos evitar la presión del FMI y de los especuladores”, subrayó el embajador.

Del mismo modo, destacó que “las economías argentina y china pueden considerarse complementarias en lo comercial”, y agregó que “también puede afirmarse que existe una fuerte complementariedad en materia de inversiones entre ambos países”. Así afirmó que “China es un inversor principal en sectores que han sido identificados como prioritarios por la actual administración energía, especialmente renovable, y minería”.

En diálogo con El Destape, el profesor de la Universidad Nacional de San Martín e investigador del Conicet, Alejandro Frenkel, afirmó que romper vínculos en una economía dolarizada “agravaría aún más el problema porque la economía perdería competitividad, especialmente frente Brasil”. Sería “más barato exportar a Brasil y sería caro comprarle a la argentina, por ende buscarían otros mercados”, señaló el investigador. Por último, explicó: “Esto sucedió en la segunda parte de la década del 90. Lo mismo pasaría con China, que buscaría otras alternativas y aumentaría el déficit de la balanza comercial”.

Según datos oficiales locales, China se ubicó durante los últimos diez años de manera ininterrumpida entre los tres primeros emisores mundiales de inversión directa en el exterior y en 2021, la inversión extranjera directa de China alcanzó los U$S 178.820 millones.

Además de la caída de reservas, se suspenderían obras comprometidas, el desarrollo de infraestructura estratégico de proyectos como represas patagónicas, obras viales del noreste y centro del país, parques eólicos, el tramo dos gasoductos. Desde 2010, Argentina acordó China una serie de obras a largo plazo de ingeniería estratégica en energía, transporte y ciencia.

Por qué no hay que salir del BRICS

Para Argentina la oportunidad comercial es enorme. Las exportaciones con los cinco países miembro actuales llega al 29% del total nacional (casi 26.000 millones de dólares), cifra que trepa al 33% con los nuevos seis socios. Del mismo modo, las importaciones desde los Brics originales alcanza al 44% (35.600 millones de dólares), que trepa al 47% en el BRICS+6. 

En ese sentido, tres de los cinco primeros socios comerciales argentinos -Brasil, China e India- son mercados Brics, y estos tres países son los socios principales de 16 de las 24 provincias. Los beneficios económicos se potenciarán por el ingreso de Argentina al Nuevo Banco de Desarrollo creado por el bloque. Es decir, las repercusiones serán inmediatas. 

Argentina logró quedar en la lista gracias al fuerte impulso de Brasil, y personalmente de su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, aliado estratégico de Alberto Fernández desde su reasunción en enero pasado. También hubo un apoyo directo de China, segundo socio comercial argentino, y de la India. Rusia, en este caso, mantuvo una postura neutral.

Fuente: El Destape

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