El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, juró su cargo ante el rey Felipe VI en una ceremonia celebrada en el Palacio de la Zarzuela y, a partir del encargo del monarca, quedó en condiciones de armar su próximo Gobierno, después de que el Congreso de los Diputados aprobara su investidura. En tanto, horas antes del acto, medio centenar de militares franquistas retirados emitieron un comunicado en el que pidieron su destitución.
“Prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y de Ministras”, expresó Sánchez con la mano derecha puesta sobre un ejemplar de la Constitución. A la promesa formal sumó la palabra “ministras”, que tuvo lugar un día después de que el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) lograra un nuevo mandato tras conseguir en el Congreso el respaldo de 179 diputados, la mayoría absoluta.
En el poder desde 2018, Sánchez, de 51 años, tenía garantizados esos votos gracias a los acuerdos forjados durante semanas con varios grupos regionalistas de Cataluña, Galicia y el País Vasco, cuyo apoyo fue crucial a falta de una mayoría clara en el Parlamento.
Militares golpistas pidieron la destitución de Sánchez
Horas antes del acto en el que Sánchez juró a su cargo para los próximos cuatro años, la Asociación de Militares Españoles (AME) emitió un comunicado en el que reclamó a las Fuerzas Armadas la destitución del presidente y la convocatoria a nuevas elecciones por considerar que existe una “ausencia de justicia, igualdad y democracia” en el país.
“Pedimos a los responsables de la defensa del ordenamiento constitucional la destitución del presidente del Gobierno y la convocatoria de elecciones generales, lo que sometemos a la consideración de la ciudadanía española al objeto de prevenirla y de que tome conciencia de la gravedad de la situación actual”, reza el texto citado por la agencia de noticias Europa Press.
Según publicó el diario El País, la misma organización promovió un manifiesto apologético de Francisco Franco, en 2018, que justificaba el alzamiento militar del 18 de julio de 1936. Aunque se sabe que son unos 50 jefes y oficiales ya retirados, no se conocen los nombres de todos. Ante la consulta, el diario español, logró saber que en el listado figuran tres generales de división, cuatro generales de brigada, 23 coroneles, cuatro tenientes coroneles, siete comandantes y nueve capitanes. “Todos los oficiales y jefes que firman están ya retirados, por lo que no están sujetos al régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas, aunque dañan la imagen de la institución al identificarse con sus empleos militares”, aclararon.
Además, aclararon que entre los firmantes están varios miembros del llamado chat de la XIX, por la promoción del Ejército del Aire a la que pertenecían, cuyo contenido, conocido en 2020, causó un gran revuelo, pues abogaban por “fusilar a 26 millones de españoles”. En ese momento, la Fiscalía acabó archivando las diligencias sobre este grupo de WhatsApp por considerar que su contenido tenía carácter privado.
Los militares retirados critican, además, los indultos “para los delincuentes del golpe de Estado de octubre de 2017” -en referencia a las acciones independentistas catalanas-, la supresión de la sedición y la reforma de la malversación “solamente por intereses político”. En ese párrafo hicieron alusión al compromiso por parte de Sánchez de conceder una ley de amnistía a independentistas catalanes a cambio de su apoyo en esta investidura, votos fundamentales para no tener que reiterar las elecciones.
El acuerdo más trascendental que logró la alianza del PSOE con partidos de la izquierda y progresistas, fue el que logró con los catalanes de Esquerra Republicana (ERC) y, sobre todo, con Junts pero Catalunya (Junts), para el que debieron negociar abiertamente con el expresidente catalán Carles Puigdemont, que vive en Bélgica desde hace seis años para eludir su procesamiento por liderar un intento fallido de secesión de Cataluña en 2017.
Puigdemont aceptó, tras intensas negociaciones, apoyar la reelección de Sánchez, y a cambio obtuvo de los socialistas el compromiso de la próxima aprobación de una ley de amnistía para cientos de independentistas procesados, que debería permitirle regresar a España.
Fuente: El Destape