Alerta en Suiza por posible burbuja Inmobiliaria

EL VALOR PROMEDIO DE UN DEPARTAMENTO SUBIÓ 75% EN UNA DÉCADA

En las zonas más codiciadas del país, en los alrededores de los lagos, el mercado inmobiliario ya está mostrando signos claros de sobrecalentamiento

El verano pasado, Suiza se convirtió en el primer centro financiero en introducir normas para obligar a los bancos a acumular reservas de capital en caso de que sectores de la economía empezaran a crecer demasiado rápido.
Con un mercado inmobiliario a toda marcha, crecen las especulaciones de que el estado alpino podría convertirse también en el primero en implementarlas.

“Nuestra burbuja no es como la de España o Irlanda, con incrementos de precios de dos dígitos año tras año. Pero tuvimos un boom que duró 15 años y en algún punto las cosas se vuelven insostenibles y llega la corrección”, afirma Claudio Saputelli, economista de UBS.

En Suiza el precio promedio de un departamento ocupado por su propietario subió 75% en la última década según la consultora en bienes raíces Wüest & Partner, incentivado por una combinación de alto nivel de inmigración y, más recientemente, las tasas de interés sumamente bajas que el Banco Nacional Suizo se comprometió a aplicar en una apuesta para evitar la apreciación del franco suizo. Por su parte, los volúmenes de hipotecas son mayores que la producción nacional de ese país.

En noviembre, el índice de burbuja inmobiliaria de Suiza, elaborado por UBS, entró en “zona de riesgo” por primera vez desde el desastre hipotecario que azotó al país a fines de la década de 1980. Todavía está un punto por debajo de lo que UBS llama una burbuja lisa y llana, pero en zonas muy codiciadas del centro y oeste de Suiza, el mercado ya muestra signos cada vez más claros de sobrecalentamiento.
“En zonas de peligro como los alrededores del Lago de Zurich y el Lago de Ginebra, ya tenemos una burbuja”, afirma Saputelli. “Si las tasas de crecimiento extraordinarias que vemos en esos lugares no se frenan, habrá una seria corrección. Y 25% de la población suiza vive en esas zonas”.

Según las nuevas normas de Suiza, el SNB puede lidiar con dichas amenazas pidiendo al gobierno que obligue a las entidades prestamistas a acumular capital de reserva por un valor de hasta 2,5% del valor de sus activos ponderados por riesgo, y los economistas creen cada vez más que dicho pedido podría ser inminente.

“Si el mercado crece en el cuarto trimestre con la misma velocidad que lo hizo en el tercero, yo esperaría que (el SNB) le pida al Bundesrat (la cámara alta del Parlamento) que introduzca las medidas para impulsar la acumulación de capital de reserva”, afirma Saputelli.

Otros observadores adhieren a esta postura. “Creo que muchas personas del mercado hipotecario están bastante nerviosas al respecto y todas las semanas se ilusionan con escuchar que se adoptará la medida de reservas de capital‘, afirma Fredy Hasenmaile, jefe de investigación en bienes raíces de Credit Suisse.

Y agrega: “Creo que tan pronto como (el SNB) obtenga un indicio de que el gobierno apoyará la medida, la aplicará de inmediato‘.

Tras recibir sus nuevas facultades en julio, el SNB afirmó que no podría actuar hasta que el impacto de otras normas que calman el mercado implementadas el verano pasado sea más claro. No obstante, el banco central enfatizó que su paciencia no debería interpretarse como “un visto bueno”. Fritz Zurbrügg, uno de los tres miembros principales de la dirección del SNB, reconoció este mes que el mercado no evolucionó como se esperaba. ‘Estamos preocupados‘, declaró a la televisión suiza.

También descartó encarar el problema subiendo las tasas de interés, dado que ello socavaría la lucha del SNB contra la sobreevaluación del franco suizo.

No obstante, mientras que esa postura deja la implementación de requisitos de capital adicionales como una alternativa evidente, todavía debe evaluarse tanto la eficacia como la precisión de la nueva herramienta.
Las reservas de capital deberían ayudar a que los bancos puedan enfrentar mejor un fracaso futuro. Pero mientras tanto, con tasas de interés prácticamente en cero y el mercado hipotecario suizo muy competitivo, es muy poco probable que hagan el crédito suficientemente caro para poner un freno significativo a la demanda de hipotecas.

Los economistas también se preocupan de que dichas normas “macroprudenciales” suelen tener efectos secundarios indeseables. Si bien los grandes bancos suizos deberían poder adoptar normas más rígidas, afirma Robert Weinert de Wüest & Partner, los bancos más pequeños pueden dar pelea.

Todo esto deja al SNB en una situación delicada, alega Felix Brill, economista senior de la consultora Wellershoff & Partners.

“No quieren frenar el sector inmobiliario en forma demasiado abrupta, especialmente en un momento en que la economía suiza se está desacelerando y sus principales socios comerciales están esforzándose”, afirma. “Pero tienen que contrapesar eso con los peligros de no actuar y de enfrentarse a problemas mayores en caso de que la burbuja estalle”.

Fuente: El Cronista

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