Barracas, uno de los pocos barrios de la zona sur de la Ciudad que pudo aprovechar el auge inmobiliario de los años anteriores al cepo cambiario, podrá vivir ahora un segundo impulso, esta vez ligado a la actividad comercial. La Legislatura porteña aprobó ayer la creación del Distrito del Diseño, en un sector de unas 230 manzanas en el barrio. Las empresas que se dediquen a la indumentaria, la gráfica, diferentes ramas industriales y otras actividades que hagan hincapié en el diseño como aporte de valor agregado podrán instalarse en esa zona y estar exentas de impuestos y tasas locales o pagar mucho menos durante 15 años, beneficio que también correrá para las empresas del rubro que ya funcionen en la zona. Se trata del cuarto Distrito específico de la Ciudad, y se suma al Tecnológico, el Audiovisual y el de las Artes.
Durante el debate de ayer hubo varios cuestionamientos y correcciones, especialmente con la cuestión de las exenciones impositivas. Es que si bien el proyecto había sido presentado por el Ejecutivo porteño hace años, el PRO recién pudo tratarlo ahora, en el marco del paquete de leyes que impulsó antes del recambio de la Legislatura. El apuro fue tal que muchos diputados se quejaron de que no habían podido discutirlo en las comisiones. Igual, la ley fue aprobada con un amplio consenso, y en el macrismo aseguran que también cuenta con el apoyo de organizaciones vecinales de Barracas. En el área afectada al nuevo distrito no están las plantas impresoras de los diarios Clarín y La Nación, entre otros.
El Distrito funcionará entre las calles Australia, Pinedo, Ramón Carrillo, Brandsen, Hornos, la ribera del Riachuelo y Vélez Sarsfield.
Su nucleo será el Centro Metropolitano de Diseño, en Algarrobo 1041, edificio donde funcionara el antiguo mercado del pescado y que fue recuperado por la Ciudad para crear un espacio donde se dan clases sobre diferentes oficios relacionados al diseño y donde se capacitan 2.000 personas por año.
La elección de Barracas no fue casual. Por un lado, la Ciudad intenta potenciar más el sur de la Ciudad (tres de los cuatro distritos quedan al sur de la avenida Rivadavia). Por el otro, el barrio cuenta con viejos galpones y otros edificios que bien pueden ser aprovechados por las empresas. La zona tiene otras ventajas, como buenos accesos y la conexión con la autopista 9 de Julio Sur.
Las firmas que se instalen en el Distrito no pagarán Ingresos Brutos, ABL, Sellos y otros impuestos. Además, podrán acceder a créditos especiales del Banco Ciudad, subsidios y programas de capacitación por parte del Gobierno.
El objetivo es que el Distrito del Diseño termine generando 30.000 puestos de trabajo y permita poner en valor 200.000 metros cuadrados de instalaciones hoy en desuso o desaprovechadas. “Los Distritos son una fórmula de crecimiento probada. Las ciudades más importantes del mundo desarrollan sus industrias estratégicas y mejoran los barrios relegados, a través de políticas como éstas”, aseguró el ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera.
La instalación de las empresas supone varios beneficios indirectos para el barrio, algunos de los cuales ya se pueden verificar en los zonas donde ya funcionan otros distritos. La llegada de más gente a la zona, los empleados de las firmas, incentiva la aparición y desarrollo de restoranes, quioscos, estacionamientos y otros rubros que tendrán más clientela. En tanto, el valor del m2 puede tender a la suba. Además, si se repite la experiencia del Distrito Tecnológico de Parque Patricios, el propio Gobierno porteño colaboró con otras mejoras, como la reparación de calles y luminarias, la recuperación de espacios verdes y la llegada de la Policía Metropolitana.
Fuente: Clarín