La decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, de no aceptar el pedido argentino para que intervenga en el juicio abierto por el fondo buitre NML y otros litigantes menores, tiene varias aristas complejas. A continuación, diez claves para comprender la situación.
1 ¿Cuáles fueron los resultados de los dos canjes de deuda para salir del default de 2002?
Argentina abrió un canje en 2005 para regularizar la deuda que se hallaba en default desde el 11 de enero de 2002. Incluyó quitas de capital, mayores plazos de pago, menores tasas de interés y cambios de moneda (pesos por dólares). La propuesta contó con una aceptación del 74% de los acreedores. En 2010 volvió a abrir el canje, con una oferta similar y nuevos acreedores lo aceptaron. Así, la aceptación total llegó al 93 por ciento. Desde el primer canje el país viene atendiendo los servicios de capital e intereses puntualmente con recursos propios provenientes del comercio exterior.
2 ¿Cómo quedó conformado el universo de los acreedores tras los dos canjes?
Aparecieron dos tipos de bonistas. De un lado, los exchange bondholders, que ingresaron a los canjes, y que suman el 93% del total; del otro, los holdouts, quienes no lo quisieron hacer (7 por ciento). Una parte de estos últimos inició juicios contra la Argentina en los Estados Unidos con el objetivo de cobrar el 100% del valor nominal de sus títulos originales. La tenencia mayoritaria de este segmento corresponde a fondos de inversión que adquirieron los títulos a precios muy bajos. A estos tenedores se los conoce como fondos buitre, que son empresas de capital de riesgo que adquieren títulos de la deuda soberana de países en default a 20 o 30% de su valor nominal y luego litigan para aumentar su ganancia.
3 ¿Cómo esperaba la Argentina que se resolviese el litigio con los acreedores que no ingresaron a los canjes de deuda?
El razonamiento era que la justicia de EE UU debió atender la decisión mayoritaria de los acreedores y, por lo tanto, obligar a los demandantes a sostener un acuerdo similar, como sucede en la actividad privada toda vez que se produce un concurso de acreedores: la minoría debe acatar lo que deciden las mayorías. No obstante, cabe aclarar que en este punto no existen normas internacionales similares a las de alcance nacional.
4 ¿Qué fue lo que decidió la Corte Suprema de Estados Unidos el pasado lunes 16?
La Corte Suprema de EE UU rechazó el pedido de la Argentina para intervenir en el juicio entablado por el fondo buitre NML, de Paul Singer, y que revisase los fallos adversos de primera y segunda instancia. Al no aceptar la apelación argentina, la Corte Suprema dejó firme el fallo del juez de primera instancia Thomas Griesa, confirmado luego por la Cámara de Apelaciones, que obliga a la Argentina a pagar el ciento por ciento del valor nominal de los títulos por cuyo pago NML inició juicio, es decir, U$S 1350 millones. NML puede cobrar su acreencia embargando los pagos que la Argentina destina a los exchange bondholders.
5 ¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión respecto de otros holdouts?
Tras la decisión de la Corte Suprema de EE UU, el juez Griesa dijo que “en este escenario no ocurre una catástrofe, sino que sencillamente ahora Argentina debe sentarse a negociar el pago con NML, afiliado a Elliott Management Corp.” Sin embargo, el principal problema es la aplicación de la cláusula pari passu (tratamiento igualitario) por la cual otros bonistas en default podrán hacer reclamos similares al de NML, expandiendo el monto total a pagar a unos U$S 15 mil millones.
6 ¿Cómo impacta el fallo en relación con los bonistas que sí ingresaron al canje?
Existe una cláusula en los contratos de venta de los bonos del canje que indica que si la Argertina mejora en forma voluntaria la oferta a los holdouts respecto de la aplicada en los canjes, estas mejoras deben hacerse extensivas a todos los bonistas (cláusula RUFO). Esta cláusula vence a fin de este año. Si la Argentina le paga el ciento por ciento del valor nominal a los buitres, los exchange bondholders podrían considerar que pueden apelar a la cláusula RUFO, ya que ellos sufrieron una quita de capital de entre el 50% y el 60% al aceptar el canje. Pero, como el de los buitres sería un pago forzoso, se especula que no tendría efectos sobre los bonistas que aceptaron el canje en su momento.
7 ¿Puede la Argentina desconocer el fallo de Griesa y modificar las condiciones de pago a fin de evitar el embargo?
El desconocimiento del fallo planteando la inmunidad soberana, cambiando la jurisdicción de pago para evitar los embargos tendría consecuencias difusas, aunque la más probable es que el país continuaría por mucho tiempo más sin acceso a los mercados internacionales de crédito.
8 ¿Cuándo se producirá el próximo pago argentino a bonistas que sí entraron al canje?
La decisión de la Corte Suprema de EE UU acotó las posibilidades de la Argentina, tanto en caminos a tomar como en el plazo disponible. Respecto de esto último, aparece la fecha del 30 de junio como la más cercana. Ese día, la Argentina debe afrontar un pago por un vencimiento del bono Discount por U$S 900 millones, que podría ser embargado de volverse operativo el fallo del juez Griesa. Con todo, ese vencimiento tiene un plazo de gracia de 30 días. Si vencido ese plazo, la Argentina no le pagó a los buitres o a los bondholders (para evitar el embargo), incurrirá en default técnico.
9 ¿Qué caminos puede seguir la Argentina para evitar el default técnico?
Para evitar el default técnico se pueden desarrollar varias alternativas en simultáneo. Para empezar, resultaría necesario pedir una reconsideración a la Corte Suprema de EE UU (que en pocas oportunidades ha tomado estos pedidos en consideración). Su análisis y tratamiento demoraría aproximadamente 25 días, tiempo en que se mantendría vigente la imposibilidad de embargar a la Argentina, lo que permitiría al país pasar el vencimiento del 30 de junio sin inconvenientes. Al mismo tiempo, el país iniciaría una negociación con NML en el juzgado de Griesa, a quien se le pediría que vuelva a instaurar un amparo para no aplicar el embargo a favor de los buitres mientras duren las conversaciones.
10 ¿Cuál podría ser el resultado de las negociaciones?
La negociación es la única opción en un escenario de alta debilidad financiera externa que opaca los logros del Club de París y Repsol, en la idea de obtener fondos frescos para el próximo 2015, pues hasta el 31 de diciembre próximo se deben aún pagar U$S 3300 millones entre el Club de París y los bonistas. En 2015, los pagos al exterior alcanzaran a U$S 20 mil millones. La idea de máxima de los representantes argentinos es extender la negociación (con la vigencia del amparo contra los embargos) hasta fin de año, cuando vence la cláusula RUFO, lo que daría mayor libertad de acción a la posición argentina. Se habla en el mercado de un mix que integra tres puntas: a) emisión de bonos a largo plazo, similares a los otorgados a la petrolera española Repsol y que pueden transformarse en plata fresca; b) un pago en efectivo que no afecte las reservas; y c) un depósito para garantía que quede en el juzgado de Griesa.
Fuente: Tiempo Argentino