Con demasiada prisa, de manera caprichosa y sin atender el aporte de la ciudadanía ni las observaciones de los especialistas en las audiencias públicas realizadas: esas son las críticas que recibió el nuevo Código Civil y Comercial en el día de su estreno.
La entrada en vigencia del nuevo código (originariamente prevista para el 1° de enero de 2016 y luego modificada para el sábado pasado por la ley 27.077) generó, una vez más, reclamos y disensos entre muchos especialistas que hoy exigen se disponga el aplazamiento de su puesta en marcha.
Tanto Guillermo Lipera, presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, como Jorge Rizzo, presidente de Gente de Derecho y ex titular del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal; y el diputado Pablo Tonelli (Pro), que trabajó de cerca en el proyecto, elevaron distintas notas el viernes pasado al ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, con el pedido “imperioso” de realizar una “auténtica y profunda revisión de esta norma fundamental para la convivencia social de todas las personas”.
“Es una ley viciada desde su inicio, ya que el texto no tuvo la revisión ni los debates necesarios, por eso desde el Ejecutivo modificaron de prepo y por ley su entrada en vigencia -dice a LA NACION Guillermo Lipera-. No hubo tiempo suficiente para que los abogados pudieran conocer a fondo las modificaciones, no hubo manera de estudiar cada uno de los artículos para poder estar preparados correctamente. El código de Vélez Sársfield tenía unos 4000 artículos civiles y otros 700 dedicados a la parte comercial. Ahora se fusionaron y quedaron en total unos 2600 artículos. ¿Cómo se supone que en un par de meses se pueda analizar y estudiar semejante reforma?”.
Y agrega: “Ahora empezaremos a lidiar con un sin número de fallos contradictorios y artículos muy confusos, pero tenemos puestas nuestras expectativas en que la conformación del próximo Congreso, luego de las elecciones, purgue el vicio que el Código tuvo en su etapa deliberativa y se abra nuevamente el debate”.
Fuente: La Nación