Instalan sensores para monitorear el desagüe de los arroyos y prevenir inundaciones

Por debajo de la Ciudad corren 9 arroyos y 1.800 kilómetros lineales de desagües pluviales alimentados por 40.000 sumideros. Hasta este año, lo que ocurría en ese mundo subterráneo sólo se manifestaba en la superficie cuando el sistema colapsaba durante una tormenta y había inundaciones. Pero desde marzo, el Gobierno porteño comenzó a instalar una red de sensores para monitorear en tiempo real el estado de los canales aliviadores y desagües. Ya hay 28 en funcionamiento, que continuamente envían datos críticos, como el caudal, la velocidad y la altura del agua, a un centro de monitoreo. Así se pueden anticipar los riesgos de inundación y activar a tiempo los sistemas de emergencia.

El Sistema Inteligente de Administración Meteorológica y Pluvial de la Ciudad se puso a prueba con los 220 milímetros de lluvia que cayeron entre el 5 y el 10 de agosto. Contar con la información precisa de cómo se estaban comportando los desagües y los arroyos permitió tomar algunas medidas. Como por ejemplo, cerrar las compuertas del Lago Soldati para que no ingresara el agua del arroyo Cildañez, que corría con demasiado caudal. Así el lago pudo retener más agua de lluvia y no se inundaron las zonas aledañas.

Entre los sensores subterráneos instalados hay 24 limnígrafos, que son los que miden la altura y la velocidad del agua. Esto permite saber cuánto está subiendo el agua en relación con la capacidad del canal, para poder anticipar con exactitud en qué momento se saturará la capacidad de éste. También hay 4 caudalímetros, que miden el caudal de agua. Y en la superficie se colocaron 12 estaciones meteorológicas que registran la cantidad de lluvia, la temperatura, la humedad, la presión atmosférica, la radiación UV y la dirección e intensidad del viento.

Los sensores, además, ofrecen información acerca del estado de limpieza de los ductos. Para garantizar que sus datos lleguen al centro de monitoreo, los conectaron al protocolo Tetra de la Policía Metropolitana, una red que garantiza las comunicaciones en casos de emergencia. Es la misma que utiliza el SAME y, como siempre mantiene un canal libre, funciona aún cuando otros sistemas de comunicación colapsan. Por ejemplo, en el caso de una tormenta.

En el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad hay un panel interactivo donde, entre otras cosas, se pueden ver un mapa y un detalle de los sensores. Cuando alguno registra una situación crítica, aparece una marca roja. Desde ese mismo panel se puede ver en qué lugar se encuentra el conflicto y cuál es el inconveniente. Si hay una emergencia, los funcionarios pueden reunirse en el Centro de Monitoreo de Situaciones Críticas del Gobierno porteño y evaluar la situación con datos precisos, lo que les permitirá tomar decisiones más eficientes. Como evacuar a los vecinos de una zona donde se sabe con certeza que se va a producir una inundación.

Esta red de administración meteorológica y pluvial fue implementado por BGH Tech Partner junto a Oracle. Esta última proveyó un sistema que permite procesar grandes volúmenes de información en tiempo real. “Pudimos desarrollar un proyecto de punta a punta, que tiene por objetivo no sólo la captura de datos meteorológicos y de estado de la red pluvial, sino también la administración y gestión de esos datos –afirma Rodrigo Silvosa, subsecretario de Mantenimiento del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño–. Y con la acumulación de datos vamos a contar con una base concreta de análisis para futuras inversiones en infraestructura en la Ciudad”.

“Es un desafío para las ciudades volverse más inteligentes. En este sentido, la solución de Oracle permite manejar la enorme cantidad de datos recolectados por los sensores, administrarlos y procesarlos de forma de que esta información sirva como base para la gestión. Un tablero de control muestra en forma gráfica los datos y permite realizar a mediano y largo plazo estudios de lluvias, drenaje e información histórica para realizar proyecciones”, explica Gustavo Feldman, de Oracle.

Silvosa anticipa que el plan es sumar más sensores. Mientras, el Banco Mundial ya aprobó el crédito para que el Gobierno de la Ciudad mande a construir su propio radar meteorológico. El Ministerio de Desarrollo Urbano porteño ya lanzó la licitación para comprarlo. La inversión estimada será de unos 10 millones de dólares. El radar se incorporará a la red de información hidrometeorológica y permitirá obtener previsiones más precisas del clima en la Ciudad.

Fuente: Clarín

*

*

Top