El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, firmó el decreto que reglamenta el uso de cannabis para fines medicinales y científicos. La rúbrica del mandatario es la última puntada de una decisión política sin precedentes en un país estigmatizado por el narcotráfico y dominado por una ideología conservadora, que no comparte este tipo de avances sociales.

El 12 de noviembre el gobierno circuló el borrador del decreto para reglamentar la tenencia y cultivo de semillas y plantas de cannabis, que regularía su producción, fabricación, exportación, distribución, comercio, uso y tenencia de sus derivados, solo con fines médicos y científicos. La norma fue elaborado de manera conjunta por los ministerios de Justicia y Salud, y contó con el apoyo de la cartera de Agricultura.

“Queremos fomentar la investigación y la producción de medicamentos elaborados a partir de cannabis, como lo hacemos con cualquier elemento natural que pueda dar alivio a las enfermedades o al dolor”, justificó el mandatario, en declaraciones públicas, tras la firma de la norma.

Santos aseguró que la regulación no afecta la lucha de su país contra las drogas ilícitas. “Permitir el uso medicinal del cannabis no va en contravía de nuestros compromisos internacionales en materia del control de drogas, ni de lucha contra el narcotráfico”, agregó.
Algunos estados de Estados Unidos y naciones como Canadá, Países Bajos, Brasil, Perú y Chile ya permiten el uso medicinal del cannabis.
El presidente agregó que la decisión busca que los pacientes “puedan acceder a fármacos” elaborados con base en la planta de cannabis, sembrados localmente y que “sean seguros, de calidad y accesibles”.

“Hay evidencia científica de las bondades de esta planta en la salud”, apuntó el jefe de Estado, quien añadió que el Ministerio de Salud será en adelante la autoridad competente para aprobar las licencias de fabricación y exportación del producto, cuyas áreas de cultivo y producción tendrán requisitos especiales de seguridad.

Fuente: Clarín