Por la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres, nosotras trabajamos un mes gratis al año

Las estadísticas pueden ser implacables para describir una realidad social. Un informe revelado en Francia arroja datos que permiten sacar una conclusión abrumadora: allí, las mujeres trabajarán “gratis” hasta fin de año.

El estudio indica que las mujeres cobran, en general, un 15% menos que los varones, lo que en un año representa alrededor de 38 días laborables “menos” de sueldo para ellas. Basándose en estos números e inspiradas en una iniciativa islandesa (similar a nuestro reciente “paro de mujeres”), el lunes 7 de noviembre muchas francesas dejaron de trabajar para llamar la atención sobre esta diferencia.

Paralelamente, la Unión General de Trabajadores de España inició la campaña #YoTrabajoGratis, que difunde en redes sociales el concepto de que las mujeres “regalan su trabajo” hasta fin de año, según las estadísticas del país ibérico (donde, además, se conmemora el Día de la Igualdad Salarial cada 22 de febrero).

La brecha salarial es un indicador que refleja sólo la realidad de aquellas mujeres que trabajan como asalariadas (no toma en cuenta la situación de las que no trabajan o las que lo hacen en forma independiente). En Argentina en 2012, la brecha era de 27.2% (que equivaldría a 68.2 días laborables “gratis”, siguiendo el razonamiento explicado arriba).

Kristen Sobeck, Oficial en Mercados de Trabajo Inclusivos de la Oficina de País de la OIT para la Argentina y una de las autoras del Informe Mundial sobre Salarios 2013/2014, dijo a Clarín que una parte de esta brecha se puede explicar con las diferencias en la experiencia, la educación, la categoría profesional, la actividad económica, la ubicación regional y la cantidad de horas trabajadas y que, si se toman en cuenta estas variables, la brecha en nuestro país se “reduciría” a 12.6% (porcentaje que representaría las diferencias de género que no pueden explicarse por otros motivos).

Sin embargo, y tal como explican Mercedes D’Alessandro y Magalí Brosio -fundadoras de Economía Femini(s)ta- en un informe, “quienes mantienen esta postura parecen olvidar o desestimar que las mujeres partimos de una inequitativa distribución del trabajo doméstico no remunerado, que tiene un gran peso en el por qué muchas veces terminamos dedicando menos horas al trabajo fuera del hogar”. Y D’Alessandro lo ilustró con un ejemplo concreto: “Una mujer que trabaja full time llega a la casa y le dedica más tiempo a cocinar, planchar y hacer apoyo escolar que un hombre que está desempleado. Esta segunda jornada laboral en el hogar es lo que explica la parte de que las mujeres trabajen menos horas y, por lo tanto, ganen menos”.

Magdalena Méndez, economista y profesora de “Economía y género” en la UBA y UnLa, coincidió en que hay mucho más de un 12% que no se explica por cuestiones “observables” porque, por ejemplo, la tasa de actividad de la mujer en el mercado laboral se reduce a medida que tiene hijos (es de 54% en las que no son madres; de 46% con un hijo menor de seis años y, si tiene más de uno, cae a 39%), mientras que la tasa de actividad del varón aumenta. “Además, los salarios de las mujeres madres son todavía más bajos que los de las mujeres sin hijos, y eso no pasa entre los varones -aseguró Méndez-. Otro punto a destacar es la feminización de los trabajos, es decir, las ramas de actividad donde hay más mujeres (comercio, servicio doméstico, docencia, enfermería) cuyos derechos laborales están más vulnerabilizados”.

Entender la brecha salarial sirve para desentrañar los factores que más influyen en las diferencias en el bolsillo y, en el caso argentino, el eje del problema se basa en la doble jornada laboral de las mujeres, que tienen que hacer malabares con los chicos y ancianos por la falta de jardines, guarderías y geriátricos, y por los ínfimos dos días de licencia por paternidad para que los varones cambien pañales.

Fuente: Entre Mujeres

*

*

Top