Solá: “Bullrich es el peligro más grande que tenemos frente a la protesta social. Es tan peligrosa como la crisis económica”

Felipe Solá entró al Instituto Patria para reunirse con Cristina Kirchner el día que estalló la causa de los cuadernos de las coimas. El reencuentro después de once años sin estar cara a cara había sido pactado antes de que salieran a la luz los registros de Oscar Centeno, que complicaron la situación judicial de la expresidenta.

En el charla del 1° de agosto pasado compartieron la preocupación por la economía y coincidieron en la necesidad de unir a la oposición antes de definir candidaturas. También hubo lugar para las críticas. “Le dije que tiene que hacer el esfuerzo de olvidar el sectarismo. La vi dispuesta a conversar sobre esas cosas”, cuenta Solá en una entrevista con LA NACION. No agendaron otra reunión y no volvieron a hablar.

El diputado nacional del Frente Renovador, que aspira a competir por la presidencia en las elecciones de 2019, integra el grupo de dirigentes del PJ que cree que no se puede excluir a Cristina Kirchner de un frente opositor que tenga chances de derrotar a Mauricio Macri , una visión que lo distanció de Sergio Massa , su último aliado electoral. Y les envía un mensaje a Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey, que consideran que la exmandataria es parte del pasado: “Pareciera que algunos no vivieron el 2001 y 2002. Yo sé lo que es el miedo a que un país se te escurra de las manos”.

El exgobernador bonaerense advierte sobre el rumbo de la economía y la herencia que dejará Macri en diciembre de 2019. Lanzado a la carrera por la presidencia, Solá duda sobre impacto electoral del caso de los cuadernos, mientras los televisores de su oficina muestran las últimas novedades en los tribunales de Comodoro Py. “No sé cuánto va a influir, pero si no hacen algo por reactivar la economía, la mirada sobre la cuestión de la corrupción como único tema va a pasar de largo…”, sostiene.

-¿Se reunió con Cristina Kirchner?

-Me reuní una vez con Cristina. Hace once años que no la veía. Nunca había tenido una charla formal con ella. No quedamos en nada específico.

Cristina me dijo que hay muchos candidatos y que hay que juntarse
-¿Cómo fue el encuentro?

-Fue muy cordial y no avanzamos en política. Me dijo que hay muchos candidatos y que hay que juntarse, juntarse y juntarse. Le dije que para eso hacía falta esfuerzos de todos y que, dada la situación económica y social del país, ella tenía que hacer un esfuerzo de acercamiento a mucha gente anti-K que no votaría de nuevo a Macri. Hablamos del futuro del país, que lo veíamos mal.

-¿Ese “esfuerzo” implica que no sea candidata el año que viene?

-No, no me metí a decirle eso. El esfuerzo de olvidar el sectarismo y el dogmatismo que caracterizaron a una parte final de su gobierno, que hoy está representando en algunos. Y que tenía que hacer un esfuerzo por que el sectarismo no la aislara.

-¿Y la vio dispuesta a hacerlo?

-La vi dispuesta a conversar sobre esas cosas.

-¿Necesitaba que Cristina no vetara su candidatura a presidente?

-Me dijo algo que yo acepté: “Es necesaria la unión de la oposición antes que las candidaturas personales”. Le dije que mi candidatura es una forma de buscar que me miren y oigan para hablar del futuro del país y de la terrible situación que puede darse después del 10 de diciembre de 2019 -una catarata de vencimientos, el FMI con la pata encima del país, la pérdida del poder adquisitivo del salario y la parálisis económica-.

-¿Por qué pidió la reunión? ¿Cristina es necesaria para derrotar a Macri?

-Eso creo. Si uno se prohíbe hablar con una persona que incide sobre una enorme cantidad de ciudadanos, que además en su mayoría son peronistas… Si uno acepta esos límites, le está haciendo el juego al macrismo. De la misma manera que si me invitara Macri, iría a hablar con él. Pero yo no me voy a limitar.

-¿El Senado debe autorizar los allanamientos a Cristina? ¿Sí o no?

-Tendría que ser senador y estudiar el tema. A lo mejor debe aprobar el allanamiento a su casa y no en su despacho. La verdad no lo sé.

-En el caso de Julio De Vido, usted votó a favor del desafuero y allanamiento

-Si fuera Cristina, iría al Senado y diría “allanen todo lo que quieran”. Pero no estoy en sus zapatos y no soy el que está siendo acosado permanentemente.

-En una entrevista que usted concedió a LA NACION en 2016, sostuvo que no se juntaría con dirigentes que protegieran a supuestos corruptos.

-Lo que me interesaba es que el parlamento no fuera visto como un lugar de cobijo de alguien que tenía deudas con la Justicia.

No sé si el Senado tiene que aprobar los allanamientos a Cristina

-¿Qué piensa de la causa de los cuadernos?

-De la investigación no voy a decir nada porque el 90 por ciento de las cosas no las sé. Lo único que espero es que cumplan con la patria en el sentido de que lleguen hasta el final en cada una de las investigaciones. Que se siga para que se sepa toda la verdad. Hace muchos años que existe el sistema de cartel de los empresarios en la obra pública y que se habla de coimas.

-¿Cristina no estaba al tanto? Fue presidenta durante dos mandatos…

-No lo sé. Fui gobernador y no tenía ninguna prueba de que eso ocurriera.

-¿No tenía sospechas o no le llegaban comentarios?

-Tenías comentarios. Nunca le di pelota a los chismes, sino a las pruebas. Oí muchas veces, como en el gobierno de Carlos Menem. En muchos casos tuve que echar miembros de mi gobierno por tener dudas, pero no hice la denuncia penal porque no tenía pruebas.

-¿Al Gobierno no le convendría que Cristina fuera presa?

-No lo tengo claro. Le conviene que todo el mundo esté mirando para otro lado y no la terrible crisis económica que tenemos y que el propio Gobierno ha anunciado para los próximos meses.

-¿La expresidenta es víctima de una persecución?

-No, creo que hay un acoso mediático. También vi este acoso mediático en otras causas, en otros tiempos y con otros personajes.

-¿Qué impacto piensa que pueda tener la causa de los cuadernos? ¿Puede pesar más “el bolsillo”, la situación económica, que la corrupción en 2019?

-No sé cuánto va a influir, pero si no hacen algo por reactivar la economía, la mirada sobre la corrupción como único tema va a pasar de largo.

-Parece muy difícil que el peronismo llegue unido a 2019. La figura de Cristina Kirchner divide y referentes del PJ, como Pichetto o Urtubey, la quieren excluir del armado de un frente

-Si lo quieren hacer burdamente, les va a ir muy mal en lo electoral. Si piensan objetivamente que puede ocurrir, eso es otra cosa. No me he podido reunir con ellos. Aparentemente, Pichetto no quiere hablar conmigo, pero yo sí. Acá lo que está en juego es qué va a pasar en este país y para eso hay que tener plena conciencia del nivel de crisis que tenemos. Pareciera que algunos no vivieron el 2001 y 2002. Yo sé lo que es el miedo propio y de la gente a que un país se te escurra de las manos.

-¿Qué pasó con Massa?

-Es un tema entre Massa y yo. He dicho que la oposición incluye al kirchnerismo y él hasta ahora no admite eso. Esa ha sido nuestra diferencia. Lo demás es una cuestión entre él y yo.

-¿Es un error de Massa?

-Es una cuestión entre Massa y yo.

-¿Aspira a conformar un frente más amplio? ¿Quiere sumar a movimientos sociales, sindicatos, a Hugo Moyano?

-Lo que nos comprende a todos es la crisis económica y la incertidumbre de hacia dónde vamos. ¿Qué va a pasar si hay más recesión? ¿Qué nivel de protesta social va a haber? ¿Qué va a pasar con el delito? Es probable que crezca la inseguridad. Nadie va a ver morir de hambre a su familia sin elegir un camino delictivo, si no tiene otro.

-¿Ve una situación similar a la del 2001?

-Pienso que hay que estar prevenido y preparado para enfrentar esas situaciones.

-¿Lo dice por el Gobierno?

-Por supuesto, el Gobierno es el primero que debe estar prevenido, pero también aquellos que acompañamos la protesta o somos actores. Imaginate un país donde el delito se vuelva algo agobiante.

-La ministra de Seguridad Patricia Bullrich acusa a algunos movimientos sociales y dirigentes de “fogonear” un estallido en diciembre

-Bullrich es el peligro más grande que tenemos frente a la protesta social. Es tan peligrosa como la crisis económica.

Fuente: La Nación

*

*

Top