Nair Amuedo una militante fundamental de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, murió el jueves a los 89 años, víctima del coronavirus. La noticia de la muerte de Nair fue difundida por HIJOS Capital.
Nair buscaba a su hija Patricia Rossana Maddalena de Romero quien desapareció el 28 de agosto de 1976 a los 19 años durante un operativo en Villa Tesei. Nair además de buscar a su hija se dedicó a criar a sus dos nietos pequeños, con quienes viajaba por diferentes provincias porque temía que se los quitaran.
“El 28 de agosto de 1976 se llevan a mi hija Patricia y a su esposo Tato lo dejan asesinado en la casa ¡Por suerte le entregan los hijos a los vecinos! La nena tenía 46 días, el nene tenía 2 años y 4 meses. Y la orden del jefe del operativo fue que los dejaran ahí. Para nosotros fue un golpe terrible, no inesperado”, relató sobre su historia Nair. Un año antes, su hermano Elios Amuedo también había sido secuestrado y asesinado y un mes después del secuestro, en septiembre de 1975 pudo recuperar sus restos.
Cuando desapareció Patricia y apenas sepultaron a su yerno, Nair salió a buscar a su hija. “En el Ministerio del Interior no nos dieron nunca una buena respuesta. Entonces fui a la Liga por los Derechos del Hombre, que sabía por mi padre que era un lugar donde se podía ir. Allí me entero de que era mucha la gente secuestrada. Además de los asesinatos que ya sabíamos. Y que me aconsejaban hacer un hábeas corpus y la denuncia en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Luego de seguir esos pasos, con mi marido empezamos a recorrer todas las guarniciones militares, las seccionales de policía. Todo lugar donde podían estar nuestros hijos. A todas las madres nos pasó lo mismo, la respuesta era hacernos esperar mucho tiempo, burlarse de nosotros y decirnos que ellos no tenían nada que ver”, cuenta Nair en la web Educación y Memoria.
Al poco tiempo se integró a Madres de Plaza de Mayo. “Me sumé a ellas y ahí empezamos a caminar. No a caminar todas juntas, a encontrarnos nada más. Así es que, después comenzó la marcha, de dos en dos porque, como todos saben, había estado de sitio y la policía nos decía que camináramos de dos en dos. Fue así como comenzó la marcha alrededor del monumento en la Plaza de Mayo. No justamente de la pirámide donde lo hacemos ahora, eso llegó después” contó la mujer. “¡Nosotras estábamos tan seguras de que nuestros hijos iban a volver! Jamás pensamos ni que el movimiento de Madres iba ser tan importante, ni que íbamos a estar tantos años en la lucha. Ninguna madre pensó que su hijo no iba a volver. Algunos volvieron. Pero no sabíamos todo lo que supimos después. Primero, no entendíamos que eran desaparecidos; después, empezamos a saber que eran torturados. Pero nunca nos imaginamos el horror que había sido”, recordó.
Un tiempo después del secuestro de su hija, pudo comunicarse con ella por última vez. Supo que la habían sacado de camisón y descalza y que estuvo así un tiempo hasta que compañeros de celda le prestaron calzado. Fueron los últimos datos que tuvo de Patricia.
Incansable luchadora, sus compañeras y referentes de los derechos humanos la despidieron.
“Pudimos conseguir algo que no habíamos soñado como fue enjuiciar a los asesinos , cuando nos dimos cuenta que los nuestros, nuestros hijos ya no volvían, nuestras esperanzas estaban perdidas pero queríamos justicia y seguimos luchando por la justicia y por la memoria”, expresó la mujer hace unos años en un entrevista durante una visita junto a la Comisión por la Memoria a Carlos Paz.
“Nosotras, las Madres, decimos que mientras podamos caminar seguiremos en la Plaza de Mayo. Y confiamos en los hijos y en toda la sociedad para que siga la ronda. Yo ya no estoy en la Plaza por mi hija, sino por los 30.000 desaparecidos”, explicó las últimas veces que habló con la prensa. En abril de 2020, la Casa Nuestros Hijos la Vida y la Esperanza realizó un video en homenaje a la militancia de Nair.
Fuente: Tiempo Argentino