El Gobierno porteño, a través del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, puso en marcha el Operativo Frío, el programa en donde 25 equipos especializados de Buenos Aires Presente (BAP), recorren proactivamente las calles de todas las comunas de la Ciudad. Así, se complementan las intervenciones que surgen de los llamados recibidos en la Línea 108, de Atención Social Inmediata 108 o de Boti, el chatbot de la Ciudad.
Los equipos interdisciplinarios se encuentran conformados por psicólogos, trabajadores y operadores sociales.
A todas las personas que se encuentran en situación de calle, la Ciudad les ofrece el traslado a uno de los 38 Centros de Inclusión Social (CIS) que cuentan con un total de 3.000 plazas disponibles. Allí, se brinda un ámbito de contención y atención para promover la reinserción socio-laboral.
Cuando las temperaturas son inferiores a 5º C, se refuerzan con voluntarios, vecinos y organizaciones civiles que entregan viandas calientes, packs hipocalóricos (barras de cereal, frutos secos, agua), frazadas y un kit de prevención de frío con guantes y gorro de lana.
El Operativo Frío es una herramienta central dentro de una política de asistencia integral que funciona las 24 horas, los 365 días del año.
Por medio del programa BAP, los equipos salen al encuentro de quien lo necesita todos los días por cada barrio de la Ciudad. A partir de esos recorridos, se detectan los puntos críticos y se lleva adelante la trazabilidad de la situación de cada persona, con información digitalizada y actualizada acerca de las distintas intervenciones y de la evolución de la situación de cada una de las personas asistidas.
Atendida la emergencia en primera instancia, el equipo del BAP se pone al servicio del vecino para acompañarlo en todos los aspectos de su revinculación social y en el rearmado de su propio proyecto de vida. En esa línea, se realizan intervenciones concretas como la tramitación del DNI, del subsidio habitacional y de seguridad alimentaria. El abordaje integral se completa en los Centros de Inclusión Social, donde se realizan chequeos médicos, se brinda asistencia psicológica y talleres de oficios y se promueve la revinculación familiar y la terminalidad educativa.
- Línea 108
Cualquier persona de la Ciudad puede llamar a la línea 108 para recibir atención, o dar aviso sobre una persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad social. Atiende las 24 horas los 365 días del año.
En la temporada invernal, las llamadas al 108 se incrementan entre 45% y 50% respecto al resto del año. En 2021, el total de llamadas realizadas al 108 fueron de 128.276, y en el mes de junio se produjo un pico con 15.693 llamados. En lo que va del año, ya se recibieron más de 79.000 llamadas.
- Cómo es el proceso de abordaje
En caso de que sea un vecino el que llama al 108 para dar aviso sobre la situación de vulnerabilidad social de otra persona, se toman los datos sobre el caso que se reporta. Luego, tiene la posibilidad de recibir una devolución sobre la intervención que realizó la Ciudad.
Por otro lado, si es una persona en situación de calle la que toma contacto con el 108, se le pregunta el nombre, el tiempo que lleva en esa situación, si tiene pertenencias personales, etc.
A continuación, en ambos casos se confecciona una carta con las características del caso, y un despachante. A partir de esta instancia, ingresará a la central BAP, que designa a un equipo encargado de realizar el abordaje en la calle y asistir a las personas que se encuentran en el lugar.
El equipo multidisciplinario de operadores sociales interviene en cada caso de manera individual, implementando una estrategia segmentada según el nivel de complejidad. En todas las situaciones, se les ofrece a las personas en situación de calle un traslado a uno de los centros dispuestos por la Ciudad para tal fin.
- Centros de Inclusión Social
La Ciudad dispone actualmente de 35 centros de alojamiento permanentes, y 3 centros de emergencia abiertos desde el inicio de la pandemia (Parque Roca I, II, III), sumando un total de 3.000 plazas. Se encuentran adaptados para grupos familiares, para personas solas (según su género) o para madres con niñas o niños.
Todos los dispositivos cuentan con servicio de ducha, elementos de aseo personal, 4 comidas, talleres para contención psicológica, así como también para la inserción social, laboral y oportunidades de revinculación familiar.
Durante el último año, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat realizó obras de infraestructura en 3 de los Centros de Inclusión de gestión propia más grandes: Costanera Sur, Beppo Ghezzi y Hogar Félix Lora. Además, se realizaron convenios con nuevos dispositivos que incrementaron la aceptación del traslado para las personas que lo necesitan.
Hoy, la red de Centros de Inclusión cuenta con más de 1.500 personas entre hombres y mujeres solos, mujeres con niños y familias.
- Relevamiento 2022: personas en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires
Hace 5 años el Gobierno porteño realiza anualmente un relevamiento para dar cuenta del diagnóstico general y establecer las políticas públicas con el fin de que cada una de las personas en situación de calle tengan la posibilidad de ser asistidos de manera integral.
El operativo fue llevado a cabo por personal del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat y la Dirección General de Estadística y Censos: durante una noche, 70 equipos recorrieron todas la Ciudad para contabilizar a las personas en situación de calle.
El relevamiento realizado en el mes de abril pasado arrojó que hay 2.548 personas de las cuales 1.010 se encontraban efectivamente viviendo en la calle y 1.538 personas que ya se encontraban en la red de 35 Centros de Inclusión de la Ciudad. Estos datos permiten reforzar de manera particular la política pública durante los meses más fríos del año y cuantificar la inversión en alimentos y ropa de abrigo.
Los resultados obtenidos por el Gobierno porteño son muy similares a los que arrojó el relevamiento realizado por el Indecl. En esa oportunidad, registraron a 2.573 personas, de las cuales 968 se encontraban en situación de calle, y 1.605 en los centros de atención porteños.
Fuente: El Economista