La Ciudad avanza con un plan para reformar la escuela secundaria: lo que se sabe hasta ahora

Con el objetivo de generar cambios en el sistema de educación media de la ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Educación porteño avanza en un proyecto que tiene entre sus principales lineamientos la no repitencia y busca acercar la modalidad de cursada del nivel secundario a la de la universidad. La iniciativa, que el gobierno local espera poner en práctica en algunas escuelas a partir del año que viene, es parte del plan estratégico Buenos Aires Aprende, principal eje de la gestión educativa de la administración de Jorge Macri.

Consultadas por LA NACION, fuentes de la cartera a cargo de la ministra Mercedes Miguel afirmaron que el proyecto está en elaboración desde marzo de este año, pero todavía no se van a dar a conocer detalles debido a que el mismo se encuentra en pleno proceso de desarrollo.

Del debate, sostuvieron las fuentes, “forman parte todos los actores de la comunidad educativa, convocados en pos de encontrar las mejores alternativas”. Y agregaron: “El documento sobre el que se está trabajando incluye propuestas de todas las partes y su elaboración aún continúa abierta”.

El hermetismo de la Ciudad en torno a la reforma generó todo tipo de reacciones dentro del ámbito educativo, a la vez que surgieron diferentes versiones sobre las políticas que se planean implementar. En este contexto, los delegados del centro de estudiantes de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas, conocida como Lengüitas, hicieron circular información que afirma que el proyecto del gobierno porteño incluye la implementación de clases virtuales y la eliminación de materias, además del recorte de las horas de clase presenciales. Las versiones son similares a las que difunde el gremio Ademys, que asegura que, según información a la que accedieron, algunas materias tendrán un sistema híbrido, lo cual genera resistencias dentro de este espacio.

La administración porteña lo niega. “La implementación no implicará que los estudiantes reciban menos horas de estudio ni que las escuelas cuenten con menos personal docente. Tampoco significará un regreso a la virtualidad en las aulas”, respondieron a este medio.

Pese a que no brindaron mayores detalles sobre el proyecto, LA NACION pudo reconstruir algunos de sus principales puntos a partir de la consulta a distintos actores que formaron parte de las reuniones realizadas en los últimos meses. Según comunicó el sindicato Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) luego del encuentro que tuvo la semana pasada con el gobierno, del que también participaron otros gremios, el Ministerio de Educación informó que no se modificarán los diseños curriculares, es decir que las materias seguirán siendo las mismas. También confirmó, dijo UTE, que “se profundizará el trabajo por áreas e interáreas”.

Según pudo saber este medio, la gestión de Mercedes Miguel se inclina hacia un sistema educativo que acerque la experiencia del nivel secundario a la universitaria. En este sentido, los alumnos ya no podrían repetir el año entero, sino que, en caso de no aprobar una materia, repetirían esa asignatura. Por ejemplo, si un estudiante no pasara Matemática de primer año, durante el segundo año de secundaria en lugar de cursar Matemática de segundo debería volver a cursar Matemática de primero.

Sistema Fontán

Este sistema, que tiene puntos en común con el que comenzará a regir a partir del año próximo en la provincia de Buenos Aires, comparte lineamientos con el sistema colombiano Fontán, que actualmente se utiliza en colegios de gestión privada y estatal de algunos países de la región y del mundo, como Colombia, Perú, México y España.

En mayo de este año, las autoridades del Ministerio de Educación porteño tuvieron numerosas reuniones a lo largo de una semana con el creador de este sistema, el educador Julio Fontán, quien estaba de visita en Buenos Aires.

“Sé que estuvieron analizando mucho el sistema Fontán porque yo llevé a Julio Fontán a estas reuniones y fui parte. La ministra, antes de su gestión, había estado asesorando el proyecto escolar de la escuela de River Plate, que lleva un modelo del estilo. Es una buena práctica que ella relevó trabajando en forma privada, y que ahora está tomando como referencia para impulsar un rediseño de la secundaria pública. Lo que no sé es de qué otras experiencias ella también está sacando ideas, seguro que de muchas otras”, afirmó el docente y experto en innovación educativa Juan María Segura, quien hizo de nexo entre el especialista colombiano y la Ciudad.

“El sistema supone dar mucha libertad, mucha autonomía a cada alumno. Funciona en Colombia hace muchos años y ha tenido resultados excelentes”, sumó Segura. Sostuvo, a la vez, que en la mayoría de los lugares donde se aplica se hace de manera parcial, es decir, tomando algunos aspectos y descartando otros. En su versión más pura, que es la que se utiliza en las escuelas estatales de Colombia, este sistema es radical en varios aspectos. “No hay repitencia y tampoco presentismo. Tampoco hay un único ciclo lectivo. Los alumnos trabajan con tutores y tienen vacaciones en base a cómo diseña cada familia el plan de estudio de sus hijos”, explicó el educador argentino.

Desde el gobierno porteño confirmaron estas reuniones y además indicaron que se reunieron con otros expertos, aunque evitaron brindar nombres.

Las principales consignas que dio a conocer el Ministerio de Educación porteño a los gremios docentes cuentan con el apoyo de UTE-Ctera y la Unión de Docentes Argentinos (UDA), los dos más representativos entre los docentes porteños de nivel medio. Voceros de ambas agrupaciones respondieron estar de acuerdo con los lineamientos principales que fueron comunicados, a la vez que expresaron carecer de los detalles y exigieron mayor participación en la elaboración de la iniciativa.

“No fuimos invitados a participar en la génesis del proyecto. Exigimos tener mayor participación porque representamos a los docentes y también porque tenemos mucho que decir tanto del tema laboral como del tema pedagógico. Nosotros no avalamos ningún tipo de pérdida de derecho laboral”, dijo Norberto Cabanas, secretario general de UDA-Capital. Asimismo, destacó que, por lo que sabe del proyecto, no parece haber ningún tipo de atropello de este tipo.

Entre los puntos que considera más importantes de la reforma, remarcó el hecho de que esta –según anticipó el ministerio– facilitaría que los docentes puedan tener más horas de clase en una misma escuela y así evitar que deba rotar por distintas instituciones a lo largo de la jornada. “Al hacerse un concurso interno para un puesto titular, como proponen, la prioridad la tienen los docentes de la propia escuela. Eso estaría bueno”, consideró.

“Por lo que nos informaron, creemos que se va a profundizar el trabajo por áreas. Esto significa que las materias de una misma área van a hacer trabajos en conjunto. Este punto nos genera cierta duda en términos de que también creemos que hay que preservar la especificidad de cada materia. Planteamos que deberían convivir los espacios curriculares, con los contenidos propios de cada disciplina, con espacios areales. En verdad, eso es algo que ya está funcionando”, relató Marcelo Parra, secretario adjunto de UTE-Ctera.

Fuente: la Nacion


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