Regreso con cambios

Nombró a Capitanich jefe de Gabinete y reformuló toda el área económica: Kicillof será el nuevo ministro; Fábrega, el presidente del Banco Central, y Carlos Casamiquela, el titular de Agricultura; se espera una profundización del modelo

Con el eje en fortalecer la gestión económica en medio de la crisis por la abrupta caída de las reservas, Cristina Kirchnerregresó ayer formalmente a su rol presidencial con un importante cambio ministerial: nombró a Axel Kicillof al frente del Ministerio de Economía, sumó al gobernador de Chaco,Jorge Capitanich, como jefe de Gabinete y echó, después de varias discusiones, a Mercedes Marcó del Pont del Banco Central.

A cargo de la entidad monetaria quedará el actual presidente del Banco Nación, Carlos Fábrega, un funcionario de perfil más bien técnico que tendrá que resolver de manera rápida la salida de dólares. Ubicó al todavía titular del Palacio de Hacienda, Hernán Lorenzino, en una unidad ejecutiva creada especialmente para él, que se encargará de la reestructuración de la deuda externa. Al mismo tiempo, lo propuso para la embajada argentina ante la Unión Europea, un lugar destacado para cerrar acuerdos con los mercados internacionales y resolver el pasivo con el Club de París.

Después de un mes de rumores sobre su salida, Juan Manuel Abal Medina se quedó fuera del elenco de gobierno tras una gestión de bajo perfil como ministro coordinador, que recién había intentado levantar tras las elecciones y en medio de fuertes pujas internas que habían comenzado a esmerilar su sillón.

Los cambios se mantuvieron, como de rigor, bajo un fuerte hermetismo y sorprendió a la mayoría de los ministros en el regreso formal de la Presidenta a sus funciones después de los 45 días que pasó de licencia en la quinta de Olivos.

El último eslabón de la reforma del gabinete fue el ministro de Agricultura,Norberto Yauhar, que será reemplazado por Carlos Casamiquela, actual titular del INTA. La salida del chubutense era un secreto a voces tras varios conflictos en su cartera y la derrota electoral por 30 puntos frente a Mario Das Neves.

“Perdimos por la economía”, fue la lectura que hizo la Presidenta, según revelaron a LA NACION fuentes con acceso a Olivos, como explicación de la derrota electoral. Y reforzó el mensaje hacia el área económica. La consigna es la misma: ratificar el modelo. “Está claro que no habrá un giro a la ortodoxia”, argumentó un ministro que zafó de la poda como explicación de la llegada de Kicillof, que ya se manejaba como virtual ministro sin cargo. Lorenzino fue, desde su llegada, más un secretario de finanzas que un todoterreno en la gestión económica

Kicillof (quien fue asesor de Capitanich) conquistó a Cristina con el plan Procrear, el programa de créditos para la construcción de viviendas. Con el ascenso del joven economista, La Cámpora se lleva un trofeo de alto impacto. Por primera vez uno de sus líderes llega a la máxima silla dentro de una estructura ministerial. Aunque dependerá del poder que delegue la Presidenta a Kicillof, durante el anuncio que hizo poco antes de las 21 el vocero Alfredo Scoccimarro, Guillermo Moreno no apareció en la ruleta de los cambios. Su cargo depende, formalmente ahora, de Axel. Sin ser nombrado, pareció quedar ratificado.

Impulsor del desdoblamiento cambiario, Kicillof tendrá como eje central de su política económica evitar la fuga de reservas, el principal problema hasta ahora sin solución del segundo mandato de Cristina. Deberá actuar en tándem con Fábrega. En la lectura que hacían anoche los funcionarios, todavía sorprendidos por los cambios, la línea central del argumento apuntaba a reforzar el área económica con un grupo más homogéneo. Kicillof, Moreno y Fábrega no tenían diferencias sustanciales dentro del equipo de colaboradores presidenciales. La distancia marcada era con Marcó del Pont.

Fuentes oficiales confiaron anoche que la economista tuvo reiteradas discusiones con la Presidenta respecto de la política oficial para contener la merma de las reservas. Fue la más castigada entre los funcionarios, junto con Abal Medina. La llegada de Kicillof también es una derrota a medias del vicepresidente Amado Boudou, que promovía para ese lugar a Diego Bossio. En su defecto, prefería que quedara Lorenzino. De todas maneras, la unidad especial creada para el amante de las motos, como él, es un gesto presidencial de reconocimiento por su gestión con la deuda. Al lugar que deja Fábregas en el Banco Nación irá Juan Ignacio Forlón, actual titular de Nación Seguros.

Desde la mirada política, la llegada de Capitanich a la Jefatura de Gabinete buscará darle al Gobierno un perfil de mayor gestión, con una Presidenta que necesitará recostarse en funcionarios con peso propio hasta que se recupere definitivamente de su estado de salud. El chaqueño tendrá, además, una mirada en la economía. El ex jefe de gabinete de Eduardo Duhalde vuelve al despacho de la Casa Rosada que supo ocupar, fortalecido tras su triunfo en las legislativas de octubre por más del 60 por ciento de los votos.

La lectura inmediata hacia el futuro ubica a Capitanich entre los pocos “presidenciables” del espacio oficial. Él ya avisó que el futuro candidato para 2015 se definirá en una interna y corrió al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, del pedestal de heredero natural de Cristina. La sucesión, ahora, se abrió con el chaqueño en el mejor lugar de largada, en detrimento del gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, que se había subido al podio como futuro reemplazo de Abal Medina. La lógica kirchnerista respetada a rajatabla: quien se postula para un cargo pierde. Y Urribarri lo vivió ayer en carne propia.

Todos los ministros jurarán mañana, en una ceremonia prevista para las 19 en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. Se espera que Cristina, que no puede viajar en helicóptero hasta el próximo control médico, se traslade desde Olivos por tierra para tomarles juramento a sus nuevos colaboradores.

Sin cargo se quedó Abal Medina, el más rotundo de los cambios al menos para quienes tienen despacho en la Casa Rosada. El funcionario había estado ayer por la tarde reunido con la Presidenta. Volvió a Balcarce 50 con una sonrisa. Es una incógnita si le avisaron de su salida. Su equipo desconocía por completo el cambio.

Ganadores y perdedores de la movida ministerial

Los cambios más salientes fueron en el equipo económico, donde ganó la línea más radicalizada, y en la política perdieron los más fieles kirchneristas

· Juan Carlos Fábrega
Ex presidente del Banco Nación, le tocó suceder a Marcó del Pont y ahora lo hará en el Banco Central. Tiene el respeto del mundo económico. Enfrenta el desafío de detener la caída de reservas.

· Jorge Capitanich
Se coloca más cerca para disputar la carrera presidencial de 2015. Le ganó la pulseada al gobernador entrerriano Sergio Urribarri. Ya fue jefe de Gabinete en 2002 con Eduardo Duhalde.

· Axel Kicillof
Es el nuevo ministro de Economía. Con su heterodoxia presionaba entre bambalinas. Formalizó su influencia. Implica un respaldo presidencial a su estilo juvenil rebelde y a sus ideas radicalizadas.

· Guillermo Moreno
El secretario de Comercio Interior sobrevivió a pesar de que es el más combatido por empresarios y opositores. Como si las críticas lo fortalecieran, Moreno sigue para doblegar a los díscolos.

Las cinco áreas que sufrirán modificaciones

· JEFATURA DE GABINETE
Jorge Capitanich
Reemplaza a: Juan Manuel Abal Medina
El gobernador de Chaco reemplazará a quien fue jefe de Gabinete de Cristina Kirchner desde el comienzo de su segundo mandato, en diciembre de 2011. Hombre de confianza del ex presidente Néstor Kirchner, Abal Medina fue secretario de Comunicación durante el primer período de la Presidenta al frente del Poder Ejecutivo. La llegada de Capitanich busca darle mayor volumen político a la Jefatura de Gabinete.

· MINISTERIO DE ECONOMÍA
Axel Kicillof
Reemplaza a: Hernán Lorenzino
El hasta ahora viceministro de Economía de La Cámpora reemplazará a quien era, también hasta ahora, su superior en el cargo. Desgastado en los últimos meses, Lorenzino será embajador ante la Unión Europea y estará a cargo de una novedosa unidad de reestructuración de la deuda que el país, que tendría como objetivo llevar adelante la relación con los acreedores externos, tarea que ya venía desempeñando en los hechos. Representa un giro hacia la heterodoxia económica.

· BANCO CENTRAL
Juan Carlos Fábrega
Reemplaza a: Mercedes Marcó del Pont
La conducción de la política monetaria, cambiaria y la estabilidad del sistema financiero estarán a cargo de Fábrega, quien presidía el Banco Nación desde febrero de 2010. Enemistada con Guillermo Moreno, que parece haberle ganado la partida, Marcó del Pont deja su puesto sin un futuro dentro del gabinete nacional. Fábrega no tiene problemas con Kicillof ni con Moreno, por lo que su arribo representa un refuerzo para este sector.

· BANCO NACIÓN
Juan ignacio Forlón
Reemplaza a: Juan Carlos Fábrega
Juan Ignacio Forlón, quien asumirá mañana como presidente del Banco Nación, en reemplazo de Juan Carlos Fábrega, es un abogado santacruceño y amigo íntimo de Máximo Kirchner, hijo de la presidenta Cristina Fernández. Tiene 37 años e hizo una veloz carrera en el Banco: el 8 de marzo de 2012 se convirtió en director de la entidad a través de un decreto presidencial. Es un relevo que no parece destinado a tener mayores incidencias en las políticas de la entidad.

· MINISTERIO DE AGRICULTURA
Carlos Horacio Casamiquela
Reemplaza a: Norberto Yauhar
De perfil técnico, Casamiquela llega a la cartera agropecuaria tras haberse desempeñado los últimos cuatro años como titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Reemplazará en ese cargo a Norberto Yauhar, que sufrió en Chubut una dura derrota en las elecciones legislativas a manos del ex gobernador peronista Mario Das Neves. Yauhar había criticado algunos aspectos económicos durante la campaña.

Clarín- Política

Kicillof a cargo de Economía y Capitanich, jefe de Gabinete

Después de casi seis semanas de ausencia obligada por su operación, Cristina Kirchner retomó ayer sus funciones y en su primera medida aplicó cirugía en su Gabinete: designó al gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, como nuevo jefe de Gabinete; al actual titular del INTA, Carlos Casamiquela, como ministro de Agricultura; y promovió a Axel Kicillof de viceministro a ministro de Economía. Todos jurarán sus cargos mañana a las 19 en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, en un acto que marcaría también la reaparición en público de la Presidenta.

Los cambios se extendieron hacia el interior del equipo económico. Al saliente ministro Hernán Lorenzino, que siempre estuvo abocado a los temas de deuda y de bonos, se le creó una “unidad ejecutiva de Reestructuración de Deuda” que dependerá formalmente de Economía. Además fue propuesto como embajador ante la Unión Europea (en momentos en que justamente, viene avanzando en cerrar un acuerdo por la deuda con el Club de París).

La Presidenta también removió a la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, designando en su lugar (en comisión, su pliego deberá pasar por el Senado) a Carlos Fábrega, actual titular del Banco Nación. Y para el cargo que deja este último, a Juan Ignacio Forlón, actual titular de Nación Seguros.

El anuncio fue realizado en la Casa de Gobierno por el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro, dos horas después de que la Presidenta reapareciera con un video grabado en Olivos, en el que agradeció las muestras de apoyo. Fue una cuidada puesta en escena en la que por primera vez en más de tres años dejó el luto en su vestimenta (ver página 8).

Cristina había mantenido previamente audiencias allí con el vice Amado Boudou, el aún jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina (a quien informó de su remoción) y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.

Los cambios buscan transitar los dos años que le quedan al Gobierno y son producto de una combinación de factores, desde la derrota electoral en las legislativas del 27 de octubre, a los crecientes problemas de la economía con una inflación que podría derivar en conflictividad social, caída de las reservas del Banco Central y una escasez de dólares que agravan la situación de las cuentas públicas.

La Presidenta apeló así al recurso de “oxigenar” el Gabinete, lo que es muy novedoso en el estilo blindado del kirchnerismo. En este sentido, la apuesta más fuerte es la llegada de Capitanich, cuyo distrito fue uno de los dos del país donde en octubre el Frente para la Victoria ganó cómodo con más del 60 por ciento. En la gran crisis de 2001/2002, Capitanich fue jefe de Gabinete en los siete días de Adolfo Rodríguez Saá y luego con Eduardo Duhalde por unos meses. A diferencia de Abal Medina, más identificado con lo académico y la carrera en la burocracia política estatal, se supone que Cristina buscará tener en Capitanich un jefe de Gabinete fuerte que pueda gestionar la relación con los gobernadores. En una entrevista reciente con El Tribuno , el gobernador dio una definición herética para el cristinismo del ‘vamos por todo’, al sostener que la Presidenta “debe considerar el cambio cualitativo en la agenda pública derivado del comportamiento del voto opositor en las legislativas”.

El cambio en Agricultura era casi cantado, luego de la dura derrota del saliente Norberto Yahuar en las legislativas en Chubut. El ascenso de Kicillof no sorprendió, y Lorenzino seguirá con los temas de deuda. Y la dura interna en el equipo económico, en el contexto de una inquietante caída de reservas, se saldó con la salida de Marcó del Pont, enfrentada al supersecretario Guillermo Moreno, quien pese a todo, aparece inamovible.

Fuente: La Nación

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