Villa Fraga: Empieza en mayo la mudanza de vecinos a departamentos nuevos

La urbanización de la villa Fraga, un asentamiento en el barrio porteño de Chacarita , empezó hace un año con obras para ordenar la red de servicios básicos, abrir nuevas calles y construir casi 700 nuevas viviendas. El mes próximo serán mudadas las primeras familias a las flamantes unidades, informaron fuentes del gobierno de la ciudad.

“Se dará prioridad a quienes viven sobre la traza de las calles que se abrirán dentro del barrio”, dijo a la agencia de noticias Télam Juan Maquieyra, presidente del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), y agregó que “todas las decisiones” se toman en mesas de gestión participativa (MGP), junto con los vecinos.

“En mayo serán las primeras mudanzas, y allí empezará un proceso continuo que queremos terminar antes de fin de año, en noviembre”, detalló Mauricio Giraudo, coordinador del proyecto de urbanización.

La villa Fraga, también conocida como Playón de Chacarita, creció dentro de un terreno para maniobras del ferrocarril cercano a la estación Federico Lacroze de la línea Urquiza, y en sus 2,7 hectáreas hoy viven más de 1000 familias.

Problemas estructurales
A las condiciones de hacinamiento se suman problemas estructurales, como falta de ventilación, exceso de humedad y pasillos demasiado angostos.

Al recorrer el barrio, todavía se ve la estructura de chapa y hierro del antiguo playón, que separa al barrio del resto de la ciudad.

Los trabajos de integración, a cargo del IVC, empezaron hace poco más un año, en marzo de 2018. Es una de las villas en las que avanzan las tareas de urbanización, junto con la 31-31 bis (Retiro), la 20 (Villa Lugano) y la Rodrigo Bueno (Puerto Madero).

Para mejorar a corto plazo la calidad de vida de los habitantes del Playón de Chacarita, se pavimentaron los pasillos del barrio, se abrió un segundo acceso sobre la calle Teodoro García -había una única entrada y salida, sobre la calle Fraga que da nombre al asentamiento- y se mejoró la infraestructura de servicios básicos: cloaca, agua potable y electricidad, que hasta ese momento era informal.

Al mismo tiempo, en dos terrenos linderos que pertenecían a la Agencia de Bienes del Estado (AABE), se ponían las bases de 32 nuevos edificios, de cuatro y ocho pisos; hoy, algunos están casi terminados y las primeras familias, como se dijo, se mudarán el mes próximo.

Las MGP fueron organizadas por manzana, con la participación de tres delegados de los vecinos, técnicos del gobierno porteño y las defensorías del Pueblo y General de la Ciudad de Buenos Aires.

Para integrar el asentamiento con las manzanas que lo rodean, se abrirán cuatro calles, que ahora llegan hasta sus bordes y que en el futuro lo atravesarán: Palpa, Guevara, Céspedes y Zabala, “lo que mejorará también la seguridad de la zona”, apuntó Maquieyra.

De las 1042 familias que viven en el playón, 672 se trasladarán a los nuevos edificios -que tienen departamentos de entre una y tres habitaciones- y el resto se quedará en sus viviendas, que serán mejoradas.

Cuotas
Para acceder a las viviendas a estrenar, cada familia pagará una cuota mensual que no superará el 20% de sus ingresos, como establece la ley 341 de viviendas de la Ciudad.

Para adjudicar los departamentos, trabajadores sociales están en coordinación con el IVC y toman en cuenta la composición de cada grupo familiar. Por ejemplo, a partir de cierta edad, los hijos y las hijas deberán tener habitaciones separadas según el sexo.

En la planta baja, las unidades serán destinadas a personas mayores o con discapacidad.

“Se estudió cada caso y sus particularidades”, dijeron a Télam voceros del IVC, y agregaron que “la única norma general es poner fin al hacinamiento”.

Las familias se mudarán con una título de propiedad. Si deciden vender, durante los primeros cinco años el Estado tendrá prioridad para comprar. Esta norma busca garantizar el fin social de las viviendas.

“Una vez finalizadas las obras, el Estado seguirá estando presente”, concluyó Giraudo.

Fuente: La Nación

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