Gobierno postergó un mes la suba de un impuesto a los combustibles (petroleras igual ajustarían)

El Gobierno nacional postergó un mes el aumento en el Impuesto al Combustible Líquido (ICL) para aliviar la presión inflacionaria en la previa a la primera contienda electoral.

La decisión no evita la entrada en vigencia del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que apenas encarecerá 63 centavos el gasoil y 74 centavos las naftas, ni que las petroleras ajusten los surtidores este fin de semana por efecto de la devaluación de los últimos 60 días.

Fuentes del mercado anticiparon a ámbito.com que a pesar de la medida del Poder Ejecutivo, las compañías productoras de hidrocarburos evalúan aplicar un incremento de entre 2% y 3% en los próximos días. Se estima que el atraso total en las bocas de expendio todavía llega al 20%.

La Secretaría de Energía pospuso hasta el primero de julio el ajuste trimestral obligatorio del ICL establecido en la reforma tributaria impulsada por Cambiemos y aprobada por el Congreso a fines de 2018. La postergación se oficializará miércoles o jueves con la publicación de una resolución o un decreto en el Boletín Oficial.

La reforma establece un alza automática cada tres meses del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), según la variación de la inflación minorista que mide el INDEC. En este caso, el primer trimestre de 2019 acumuló una suba de 11,8%. Por lo tanto, en las estaciones de servicio se esperaba un impacto en el precio por litro de entre 1% y 1,5% en las naftas y el gasoil. En Energía ahora hablan de un “ahorro” de 1,5% para los conductores.

Según los datos a los que accedió este medio, a partir del primero de junio la nafta tenía previsto subir $ 1,095 por el ajuste de impuestos, mientras que el gasoil se debería incrementarse $ 0,725. Sin embargo, por decisión del Gobierno esta actualización quedará pendiente por 30 días.

Desde este sábado los combustibles solo treparán unos centavos: el impacto del IDC en las naftas alcanzará $ 0,599 por litro y en el gasoil a $ 0,703.

No es la primera vez que Energía dilata el aumento. En la última revisión de los impuestos a los combustibles en marzo pasado, la secretaría a cargo de Gustavo Lopetegui desdobló el incremento impositivo en dos tandas, una parte en marzo y otra en abril.

Presión impositiva
Desde que el exministro de Energía Juan José Aranguren liberó el mercado de los combustibles, el precio se determina por cuatro variables: la cotización del crudo Brent, el tipo de cambio, los biocombustibles y los impuestos.

Un reciente estudio elaborado por la consultora Economic Trends para la Federación de Expendedores de Combustibles del Centro del País (Fecac) reveló que en el último año de los $ 800 que se encareció el llenado de un tanque promedio (se pasó de $ 1.400 a $ 2.200), unos $ 720 corresponden a la devaluación. Los restantes $ 80 se adjudican a los otros tres factores juntos.

Sin embargo, los estacioneros alertan por la fuerte presión impositiva en el sector. “La carga final en el precio del combustible es mucha y muy fuerte. El Gobierno debería tomar nota de este impacto y debería bajar la presión, para que luego baje al consumidor”, afirmó Gabriel Bornoroni, presidente de la Fecac, a ámbito.com.

“La presión impositiva del sector es de casi 40%, si se suman los Impuestos a los Combustibles Líquidos, el Impuesto al Dióxido de Carbono, el Impuesto a las Ganancias, el IVA, las contribuciones patronales, Ingresos Brutos, comercio e industria de cada provincia y el Impuesto al Cheque o los débitos y créditos”, agregó.

En las EESS calcularon que de los 365 días del año, unos 180 se destinan a vender combustibles solamente para pagar impuestos. Ese día se cumplirá el próximo primero de julio, justamente la fecha en que comenzará a regir el tributo postergado por el Gobierno.

Fuente: Ámbito Financiero

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