Marcela Losardo, la ministra de Justicia . Sobre las prisiones preventivas: “Hubo abusos”

Marcela Losardo, amiga y socia de Alberto Fernández, es la nueva ministra de Justicia de la Nación. La relación del presidente y su ministra se remonta a su época de estudiantes de derecho y continuó hasta la actualidad pasando por cargos públicos y en el estudio jurídico que montaron hace más de 30 años. Durante la campaña se desempeñaba como los “ojos y oídos” del candidato en todos los equipos técnicos que estuvieron diseñando diagnósticos y planes para un futuro gobierno.

En tribunales descartan que Alberto Fernández será su propio ministro. Durante la campaña no detuvo sus contactos directos con magistrados y fiscales con quienes mantiene una relación histórica y de conocimiento pleno de las “luces y las sombras” de cómo funciona la maquinaria judicial.

“Nos conocimos en la Facultad porque yo cursaba con su primera mujer (Marcela Luchetti). Empezamos a trabajar juntos y seguimos trabajando juntos toda la vida”, dijo Losardo sobre cómo inició el vínculo con Alberto Fernández. En el grupo de la facultad también estaba Fernando Mitjans que se transformó en su marido y padre de su hija, escribano y actual presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA. De aquella camada surgieron, además, el exembajador ante Naciones Unidas Jorge Argüello y Claudio Moroni, el ministro de Trabajo.

Losardo y Alberto pasaron juntos por la Superintendencia de Seguros, el Banco Provincia, montaron un estudio jurídico abrían y cerraban cuando Alberto ingresaba a la función pública. Además, la abogada estuvo entre 2005 y 2009 como secretaria de Justicia.

La abogada de 61 años cuenta con fluidos lazos tanto con jueces federales como con la propia Corte Suprema, donde su interlocutora es Elena Highton de Nolasco ya que formó parte de la cátedra de Highton y conserva una buena relación con ella.

Losardo describió a Alberto Fernández como “una persona maravillosa, con una calidad profesional, con un ética increíble, con una pasión por el trabajo…es incansable. Su camino lo fue demostrando, su recorrido fue siempre de trabajo y rectitud”. “Fue un shock para mí cuando me enteré que sería Presidente”, destacó.

La ministra tendrá que administrar esas fricciones, dar pelea a enemigos internos -cercanos al albertismo en tribunales pero que descreen de ella- y abjurar de la creencia de un eventual “doble comando”.

Fuente: Ambito.com

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