La doble opresión de las mujeres que controlan la pandemia en el país

La pandemia del virus COVID-19 pone en evidencia las desigualdades económicas, pero también las desigualdades que presenta el patriarcado. En el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Dr. Carlos Malbrán funciona el laboratorio encargado de controlar los casos de coronavirus, allí trabajan dos bioquímicos y nueve bioquímicas que se encargan de testear al COVID-19.

Fabián Martín, secretario general adjunto de la Junta Interna de ATE en el sector, en diálogo con Canal Abierto y relató las condiciones laborales que afrontan: “Tuvimos en los últimos cuatro años un 65% de pérdida salarial. Un científico que ingresa a la institución tiene que estar seis años en la carrera profesional para recién alcanzar como salario 40 mil pesos, que es el nivel de pobreza. La mayoría de los técnicos y administrativos ganan sueldos más cercanos a la línea de indigencia que a la línea de pobreza”.

El Malbrán es el centro nacional de referencia y seguimiento de las principales enfermedades infectocontagiosas que circulan por el territorio, para su prevención, control e investigación, y el único centro de salud del país que hace ciencia básica y aplicada. La mayoría de las personas empleadas bajo estas condiciones son mujeres. Con la llegada de la pandemia al país las jornadas de las trabajadoras se duplicaron.

Las medidas gubernamentales que suspendieron las clases en todos los niveles educativos trajo otra carga para las trabajadoras: el cuidado de sus hijes. Desde ATE informaron que dos de las bioquímicas tienen hijes en la guardería del Instituto para poder continuar trabajando en la detección de casos. “Las maestras jardineras que trabajan allí se están quedando más tiempo, sin cobrar, para bancar que ellas sigan trabajando en el laboratorio”, indicó Martín.

Las trabajadoras deben afrontar esta pandemia con sueldos bajos y doble jornada laboral. Algunas de ellas tienen que encargarse también de las tareas de cuidado, que cuando pueden delegarlas como en este caso en la guardería, recaen otra vez en mujeres.

Fuente: Nueva Ciudad

*

*

Top