La Cámara Laboral condenó a un gerente de una importante papelera a indemnizar con 138 mil pesos a su secretaria, a la que sometió a malos tratos de tal magnitud que hasta controlaba la cantidad de papel higiénico que usaba cuando iba al baño.
Según informó la agencia DyN, la trabajadora, que con frecuencia era llamada “loca” o desequilibrada mental” por su jefe, padecía un cuadro de “reacción vivencial anormal neurótica (RVAN) grado III”, que le generó una incapacidad del diez por ciento como consecuencia de una “depresión mayor” tratada por un psiquiatra con ansiolíticos, anticonvulsionantes y un antidepresivo.
MALTRATO
Testigos que declararon en la causa narraron que el jefe “controlaba todo el tiempo a dónde iba, incluso cuando iba al baño, la cantidad de papel higiénico que usaba”.
Además, “le revisaba el escritorio cuando no estaba, le gritaba delante de todos los empleados” y “le hacía realizar la misma tarea varias veces, para luego hacer revisar lo hecho por ella a otros empleados a fin de desacreditarla”.
Finalmente, la secretaria, de 37 años, y quien percibía un sueldo de poco más de cuatro mil pesos, fue despedida sin causa tras un incidente en el que su jefe “le arrancó los cables de la computadora y del teléfono”.
La condena fue dictada por la Sala Uno de la Cámara, con las firmas de los jueces Gabriela Vázquez y Julio Vilela, fue dispuesta en el marco de la causa 2.586/11.
Según el fallo, la mujer trabajó como secretaria del directorio entre julio de 2008 y octubre de 2010 y “su tarea consistía en preparar documentación para bancos, recibir llamados telefónicos, organizar la agenda, coordinar reuniones y viajes”.
Los camaristas determinaron que “el stress sólo es destructivo si es excesivo, por lo que el stress profesional generado por presiones e invasiones múltiples y repetitivas puede desgastar a una persona e incluso conducirla hasta un burn out, es decir una depresión por agotamiento”.