Jorge Telerman regresó el año pasado a sus orígenes: la provincia de Buenos Aires, donde comenzó su carrera política al abandonar el periodismo. Desde el Instituto Cultural es uno de los defensores acérrimos del gobernador Daniel Scioli, al punto de afirmar que el ex motonauta reencarna los valores de la Renovación Peronista que encabezó Antonio Cafiero: El diálogo y la democratización interna. En plena tensión con la Casa Rosada, el ex jefe de Gobierno porteño lanza una advertencia al kirchnerismo disfrazada de una alabanza a las internas abiertas con la esperanza de que las listas no se redacten en un cuarto individual.
El debate por la Coparticipación lleva 20 años. ¿Con una previa electoral, es el momento adecuado para plantearlo?
Uno podía comprender que desde el 2003, cuando se hacían malabares para la recuperación, se haya postergado. Ahora puede volver a plantearse de una manera serena y clara. Estamos en deuda con la Nación de hacer un desarrollo más lógico de distribución poblacional: casi el 40% de la población vive en el área metropolitana, lo cual crea consecuencias sociales e infraestrutura nefastas. Por eso se crea el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano porque efectivamente hay algo para reparar.
A lo que hay que sumarle la histórica tensión entre Nación y la Provincia…
La política interfirió de la peor manera todo este tiempo. Durante 100 años se han privilegiado intereses económicos y que al otro no le vaya bien. Ahora cuando se le pone el pie al otro se impide también el desarrollo del país. Ojalá ahora intervenga la política de forma virtuosa y no mezquina como alguna de las cosas que se escucharon estos días: calificaciones personales en lugar de hablar del tema. No ayudan los dirigentes que dicen cosas inconvenientes…
Boudou…
(NdeR: Como si no hubiera escuchado)…suelen pasar al olvido más rápidamente que la liviandad de las frases que profieren. Ya vemos dónde están las personas que dijeron las cosas menos prudentes. Resolver la tensión entre Nación y provincia es obligación de gobernantes, profundizarla es irresponsabilidad de principiantes. Y en este caso, Nación y Provincia pertenecen a la misma fuerza política, más allá de los estilos.
Usted estuvo cerca del kirchnerismo, se alejó y ahora volvió a la gestión con el sciolismo. Todo indicaría que no son lo mismo…
Ambos pertenecen al peronismo. Mi regreso a la gestión con Scioli es una doble vuelta: a mis orígenes políticos y a los valores del peronismo que (Antonio) Cafiero encarnaba con la Renovación: el diálogo y la democratización interna. Él entendió que las corrientes internas enriquecen al partido y que el verticalismo había sido superado. Muchos de esos valores de la Renovación los encuentro en Scioli.
¿Se siente más identificado con el PJ representado por Scioli que con el de Cristina?
Claramente me siento más identificado con el peronismo de Scioli. Nunca participé del gobierno kirchnerista así que no sé cómo me sentiría allí.
¿Se lo imagina Presidente?
Tiene todas las condiciones para gobernar muy bien la Argentina. A nadie le cabe duda.
En medio del cortocircuito surgen amenazas de enfrentamiento en las internas…
El funcionamiento de la democracia no debería ser tomado como presión. Competir en internas se hace en todo el mundo democrático civilizado. Hay que bajar los niveles de paranoia y después, también, bancarse la derrota en la interna.
¿Este año no se va a repetir el armado de las listas en Olivos?
Espero que no. Toda mi generación se reconcilió con el peronismo cuando la Renovación derribó el verticalismo. Por supuesto que hay prerrogativas de quien conduce. Pero las listas no tienen por qué salir de un cuarto individual.
FUENTE: EL CRONISTA