Una lagrima en el telefono


Hace días que Daniel Scioli intenta comunicarse con Cristina Kirchner pero la Presidenta no le responde los llamados. Asfixiado como siempre con las cuentas provinciales, el gobernador necesita saber con qué asistencia financiera de la Nación contará este año para ofrecer aumentos a docentes y estatales. Pero no tiene suerte.

Los funcionarios del gobierno provincial que pudieron establecer contacto con sus pares nacionales recibieron un mensaje unívoco: “No podemos hacer nada hasta que Cristina nos baje la orden.

Esto lo tiene que destrabar Daniel con ella ”, repitieron con palabras calcadas, según pudo saber Clarín.

Hoy el gobernador abrirá la negociación paritaria con estatales y docentes con una oferta con recursos propios que los propios funcionarios sciolistas admitían anoche que será rechazada por los gremios que anunciarán nuevas medidas de fuerza (Ver página 31).

En La Plata predominaba la sensación de que la Presidenta dejará correr el agua todavía algunos días más. “Está claro que su plan es tenernos con la soga al cuello y justo antes de que todo se prenda fuego aparecer como la salvadora”, razonaban ante Clarín.

La situación se asemeja a la de mediados del año pasado, cuando Scioli tuvo que demorar el pago del aguinaldo ante la escasez de fondos en las arcas provinciales. Desde entonces, aumentó impuestos y ajustó gastos. Pero igual no le alcanza para cubrir el déficit perenne del tesoro provincial ante el aumentos de costos y salarios impulsados por la inflación.

Este año, desde la gobernación adelantaron los tiempos. Desde el vamos, plantearon la necesidad de rediscutir la coparticipación y la distribución del fondo del conurbano y pidieron la autorización para endeudarse por hasta 12 mil millones de pesos. En ambos casos, la respuesta de la Casa Rosada fue negativa y en los términos más brutales posibles. Amado Boudou calificó los reclamos sciolistas como “un acto de cobardía política” y Hernán Lorenzino definió al endeudamiento como “un camino peligroso” y le pidió al gobernador que “no se victimice”.

Otra vez la convivencia entre el kirchnerismo y el sciolismo parece pender de un hilo y se renuevan los interrogantes sobre si podrán afrontar juntos las elecciones legislativas. “Somos como esos matrimonios que ya no se quieren pero se sienten obligados a convivir por los hijos y para no afrontar una división de bienes compleja”, grafica con humor un hombre de la gobernación que pronostica que la relación seguirá siendo tirante, pero terminarán compartiendo boleta en octubre.

Esta semana se cumplen diez años de la presentación de la fórmula Kirchner-Scioli. “2013 no es el año para romper. Hay que aguantar un poco más”, repiten en La Plata tras una década de convivencia. Ya no hay sorpresas por descubrir bajo ese techo.

Fuente: Clarin

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