En el barrio de Barracas, comenzó a develarse el misterio de la calle cerrada, hace más de veinte años, con un paredón de cuatro metros de altura. Tras un reclamo vecinal, el gobierno porteño contestó un pedido de informes afirmando que en sus dependencias no hay trámite alguno de autorización para ese cierre. A partir de esos datos, los legisladores porteños Aníbal Ibarra y María Elena Naddeo solicitaron por nota al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que “disponga en forma inmediata la demolición del muro”. La calle en cuestión es Hilario Ascasubi, que es usufructuada, con veredas incluidas, como acceso exclusivo y estacionamiento de la planta donde se imprime el diario Clarín.
“Queda claro que nos encontramos ante el ostensible abuso en el uso del espacio público, traducido en el bloqueo ilegal de una arteria de la vía pública necesaria para la adecuada circulación” de los vecinos, dice el texto de la nota que los legisladores enviaron a Macri.
Página/12 había publicado el 29 de septiembre último el insólito caso de la apropiación de una calle, del que tuvo conocimiento por denuncias de vecinos. Para verificarlo, un cronista y un reportero gráfico concurrieron al lugar, y después de recorrer la calle y tomar algunas fotos, fueron invitados a retirarse por personal de seguridad.
El paredón está ubicado sobre Ascasubi, en el cruce con Luna, justo en el límite con la villa 21-24. En el otro extremo, en la esquina de Agustín Magaldi, una garita de vigilancia impide el acceso del público. Sobre las veredas estacionan decenas de autos, y la calle es utilizada como depósito de diarios de devolución. Del otro lado del muro están los vecinos de la villa, muchos de los cuales deben hacer un rodeo y circular por zonas peligrosas para salir del barrio.
El primer pedido de informes fue presentado a principios de octubre por la diputada María Elena Naddeo (Frente Progresista Popular) con la idea de que el gobierno porteño informe si existía autorización oficial para el cierre de la calle. Desde la Dirección General de Tránsito contestaron que esa repartición “no ha tenido injerencia en las medidas administrativas que dispusieron dicho cierre y la colocación de la garita”. Por su parte, la Dirección de Registro de Obras y Catastro argumentó que “no registra presentación administrativa alguna sobre la cuestión de marras”.
A partir de esos datos, “ante la inexistencia de normas que habiliten la construcción del muro”, y poniendo de manifiesto “la ilegalidad e inconstitucionalidad que provoca la restricción en el desplazamiento de los ciudadanos”, los diputados solicitaron al jefe de Gobierno porteño que “en forma inmediata se disponga la demolición del muro de la calle Ascasubi, en su intersección con Luna.
En la misma nota, advirtieron que si no se adopta la medida en un plazo razonable, que estiman en 30 días, se iniciarán “las correspondientes acciones legales en defensa de los intereses de los vecinos de esta Ciudad”.
Ayer, además, la Legislatura aprobó otro pedido de informes presentado por Ibarra y Naddeo, para que el Ejecutivo diga “si se ha autorizado el estacionamiento de vehículos en ambas veredas en la extensión de la calle Ascasubi, entre Luna y Agustín Magaldi”. Y para el caso de no existir tal permiso, “si se han labrado las infracciones correspondientes”. De acuerdo con los fundamentos del pedido, el cierre de una calle sin autorización podría ser violatorio del Código Contravencional de la Ciudad (Ley 1472), que en su artículo 78 establece la infracción de “obstrucción de la vía pública”.
Fuente: Pagina 12