Hay investigaciones científicas – médicas que indican que el antídoto realmente efectivo contra la enfermedad no es el ejercicio físico ni las dietas, sino una actitud mental sana.
También se encuentra que las emociones violentas como la ira y el enojo, son factores que apuntan a las enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades.
Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard han descubierto que la emoción más común en las dos horas precedentes a un ataque de corazón grave era la ira. Una vez que se desarrolla una enfermedad cardiaca, la ira parece ser particularmente letal.
¿Por qué podemos creer en eso? Porque este reconocimiento nos pone en evidencia cuál es nuestro origen, o sea, no tenemos raíces basadas en los defectos de carácter de nuestros antepasados, sino que nuestro origen es totalmente espiritual, bueno y puro.
Hay un elemento fundamental para contrarrestar las dificultades con el carácter, algo simple que desarticula cualquier situación de encono o aspereza: la risa y también el canto.
La capacidad para reír en momentos de malestar puede ser el signo de que estamos empezando a tener nuevas perspectivas de la vida, y esto seguramente nos llevará a la curación.
La espiritualidad rige todo lo relacionado con los valores y el comportamiento de las personas. Promovamos un clima saludable, un carácter sosegado, amando la vida desde una contemplación más inspiradora y más serena.
Estas actitudes contribuirán favorablemente a la salud y el bienestar que todos anhelamos.
Fuente: Perfil