Apenas 243 empresas de un total de 4.106 firmas del mercado alimenticio concentran el 85,1% de la facturación del sector y sólo 87 compañías de un total de 14.368 representa el 63% de la facturación de las ventas minoristas. Así se desprende de un informe elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas que coordina el diputado de Unión Popular Claudio Lozano.
Según el legislador el trabajo fundamenta la necesidad del control de la formación de los precios. pero, advirtió, la vigilancia que lleva adelante el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno falla, porque carece de sentido (…) ubicar el control en la etapa de la venta final del producto y no considerar lo que ocurre en toda la cadena de valor, que va desde la obtención de la materia prima hasta la distribución, pasando por la elaboración y agregación de valor, el almacenamiento y el transporte.
Para Lozano, eso explica el fracaso del congelamiento anterior de precios, que rigió entre febrero y junio y, según el Gobierno, alcanzó a todos los productos comercializados en hipermercados y supermercados. Además, el nuevo esquema de 500 productos deja implícita una autorización para aumentar los productos que están fuera de ese listado y la falta de control sobre el resto de las cadenas de distribución.
El informe ejemplifica con la cadena del trigo. Según Lozano y el también economista Tomás Raffo, el precio de la harina, la materia prima para elaborar pan, es fijado por la multinacional Cargill, que se lleva el 76,6% de la facturación del sector, en base a datos de 2011. Si a ella se suman Molinos cañuelas y Bagley Argentina, las tres firmas representan el 92,8% de la fabricación de alimentos en base al trigo.
Lozano y Raffo se valen de datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para estimar que el 69,6 por ciento de la facturación de todos los sectores vinculados a la fabricación de alimentos y bebidas está concentrado en 720 compañías, sobre un total de 40.892. Aquí se incluyen desde el vendedor minorista hasta el mayorista, el fabricante, las aceiteras y exportadoras de granos (un sector en el que la concentración alcanza el 97,7% de lo facturado) y la logística.
La concentración se da en los distintos sub-rubros. En el caso del procesamiento de carne, cinco firmas concentran el 57,5% de las ventas: Quickfood, Rasic, JBS Swift, Frigorífico Gorina y Finexcor. Las cinco primeras lácteas (Mastellone, Sancor, Danone, Nestlé y Molfino Hermanos) representan el 85,8% de la facturación del sector. Seis aceiteras significan el 91,5% de ese sector (Cargill, Bunge, Molinos Río de la Plata, AGD, Vicentín y Nidera) y tres fabricantes de bebidas (Quilmes, Coca Cola y Pepsico), el 64,7% de ese sub-rubro.
Precios descongelados
En tanto, un informe de la consultora Elypsis, que sigue semana tras semana una base de datos de 108.000 productos, detectó una suba de precios de 2,5% en las últimas cuatro semanas, lo que aceleró la inflación anual a un ritmo del 37,9 por ciento. En los supermercados, la inflación se acercó a 2,9% y 44,1% anualizado, por el fin del congelamiento. Se corre el riesgo no sólo de regresar a los niveles de inflación anual registrados antes del congelamiento, sino de hacerlo con una inercia alcista, es decir, con precios creciendo a un mayor ritmo que en el pasado, afirmó la consultora que dirige Eduardo Levy Yeyati.
Fuente: El Cronista